jueves, 30 de octubre de 2008

EL OMBLIGO: EL ORIGEN Y EL PRINCIPIO DE LA VIDA

(Científicamente así es: el ombligo es el origen y el principio de la existencia de cada un@ de nosotr@s...¿Estarán de acuerdo los Obispos?)

Hoy quiero empezar compartiendo un cuento*, que CASUALMENTE viene a cuento con el post de hoy. Much@s de vosotr@s ya lo conoceréis – ¡espero sorprender a alguien por lo menos! – en todo caso me ha parecido una forma diferente y tierna de centrar un tema tan frívolamente tratado estos días por la Santa Iglesia. [*La recopilación de cuentos cortos es una de mis pasiones. Siempre encuentro alguno que no conozco y que me sorprende. Espero con ilusión cada edición del concurso de relatos hiperbreves que acaba originando un libro recopilatorio según la selección del jurado].

LA HABITACIÓN DE AL LADO – Luis de Val: “No podía moverse demasiado pero se sentía cómodo ¿O debía decir cómoda? La verdad era que su identidad sexual no le quitaba el sueño. Y sobre todo lo reconfortaba aquella música clásica, cuya melodía llegaba a percibir, aunque su escasa cultura no le permitía distinguir quien era. Todo le sonaba muy parecido y más que a la música, él atendía principalmente a las vibraciones que pudieran transmitirle las melodías. Al principio, de todo lo que sucedía en la habitación de al lado, lo que más le sobresaltaba eran las voces: una más fina, más delicada, como más próxima; otra más ronca, más profunda, muy diferente. Había silencios largos. Dilatados silencios donde no se escuchaba nada y momentos de estrépito casi ensordecedores. Primero empezaban las voces y luego se añadían ruidos de todo tipo, como si tuviera lugar un terremoto, como si el mundo estuviera a punto de acabarse. La costumbre, la repetición de las cadencias: silencio – voces – estrépitos, le fue tranquilizando a la vez que aumentaba su curiosidad por saber como era y que estaba sucediendo en la habitación de al lado. Notó también, aunque sin alarma, que el lugar dónde se encontraba parecía estrecharse, a no ser que él hubiera aumentado de tamaño – cosa que tampoco le importaba…porque se sentía cómodo, muy cómodo, rodeado de líquido amniótico, mientras en la habitación de al lado, a través del vientre de su madre, escuchaba las notas de Mozart, aunque todavía no supiera quien era Mozart” :-)

En efecto: ¡hoy hablamos de niños! Niños aún no nacidos, recién nacidos, embriones que si son niños o no lo son, adultos con sotana que parecen niños…Hoy hablamos de bebés etiquetados “medicamento” según la Santa Madre Iglesia o, mejor dicho y seamos justa, según algunas personas que pertenecen a la Santa Madre Iglesia – en la que también, y gracias a Dios, hay voces disonantes.

Me permito, para empezar, acompañar a Javier, el bebé etiquetado medicamento desde antes siquiera de nacer, de otros motes para bebés según la manera o para qué fueron concebidos. Copiando entre comillas a la siempre admirada Elvira Lindo, le podrían acompañar: “bebés ogino, bebés descuido, bebés borrachera, bebés salva-matrimonios, bebés sustituto-del-hijo-que-se-nos-fue, bebés violación, bebés penalti, bebés anti-soledad, bebés ella-se-empeñó, bebés deseados, bebés se-me-pasaba-el-arroz, bebés inseminados”, bebés que-llaman-al-cura-tío-cuando-todos-los-demás-lo-llaman-padre, etc., etc. ¿Os imagináis?

Estos días, que he tenido tiempo CASUALMENTE de leer plácidamente la prensa cada día, han ido impactando en mi retina frases como:

- “Los obispos, a través del Presidente de la Conferencia Episcopal Española, condenan con dureza la selección de embriones para curar a otro bebé: Siempre recelosa de los avances científicos (en su día condenaron el uso de la anestesia en los partos por el mandato bíblico de “parirás con dolor”) la jerarquía eclesiástica dice que esta selección somete la vida humana a criterios de pura eficacia técnica y reduce la dignidad de la persona a un mero valor de utilidad. Para seleccionar a ese embrión se han desechado a sus herman@s por no ser útiles desde el punto de vista técnico”
- “Yo he salvado una vida y he creado otra ¿Qué más se me puede pedir?”.
- “No dan ninguna opción. Según los obispos, haga lo que haga cometo un asesinato”.
- “¿Es más ético no hacer nada? ¿En que moral cabe no hacer todo lo posible por salvar la vida de tus hijos? Encuentro absurdo no curarlos por los embriones – preembriones, mejor dicho – que puedan quedarse por el camino. Que no nos ataquen como si estuviéramos matando a alguien. No es así. Porque esta historia de lo que trata es de la vida”

….Mmm…El anacronismo* de la Iglesia me altera [*anacrónico: que está en desacuerdo con la época presente o que no corresponde a la época en que se sitúa]. Están cometiendo lo que los expertos y filósofos llaman el crimen perfecto: el asesinato de la realidad. ¡Están defendiendo con preocupante fanatismo su verdad como si fuera la única verdad en este mundo!…¡Respiro hondo!

No quiero alterarme. Espero no alteraros tampoco. Hagamos un ejercicio: cambiemos la onda. Operemos primero y apliquemos después 500mg de filosofía + 500mg de humor cada 8h al tema y a ver como responde este especial paciente al tratamiento :-)

Perlas (por no llamarlas cálculos) que he encontrado al usar el bisturí:

1.- La Primero Epístola a Timoteo (1 Timoteo, Capítulo 3) recoge los requisitos de los obispos. Textualmente:
- Palabra fiel: «Si alguno anhela obispado, buena obra desea».
- Pero es necesario que el obispo sea irreprochable, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar;
- que no sea dado al vino ni amigo de peleas; que no sea codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro;
- que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad
pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?;
- que no sea un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo.
- También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo.

2.- Siguiendo los consejos paulinos a Timoteo (1 Tm 3, 1-8), el Código de Derecho Canónico de 1983 en su canon 378, establece que, para la idoneidad de los candidatos al episcopalado, se requiere que el interesado sea, textualmente:
- Insigne por la firmeza de su fe, buenas costumbres, piedad, celo por las almas, sabiduría, prudencia y virtudes humanas, y dotado de las demás cualidades que le hacen apto para ejercer el oficio de que se trata.
- De buena fama.
- De al menos treinta y cinco años.
- Ordenado presbítero al menos cinco años antes.
- Doctor, o al menos licenciado, en Sagrada Escritura, Teología o Derecho Canónico por un instituto de estudios superiores aprobado por la Sede Apostólica, o al menos verdaderamente experto en esas disciplinas.

3.- Para ilustrar lo absurdo pero divertido de los argumentos filosóficos por analogía, y por que viene a cuento: Tres estudiantes de ingeniería están discutiendo acerca de que tipo de divinidad debió de diseñar el cuerpo humano:
- Dios debe ser ingeniero mecánico – dice el primero – mira las articulaciones.
- Pues yo pienso que debe ser ingeniero eléctrico – afirma el segundo – el sistema nervioso tiene miles de conexiones eléctricas.
- En realidad estoy convencido que es un ingeniero de caminos – asegura el tercero – ¡quien sino sería capaz de hacer pasar una tubería de vertidos tóxicos a través de un área de recreo! :-)
(Del libro: Platón y un ornitorrinco entran en un bar - Thomas Catchcart y Daniel Klein)

4.- El matemático y filósofo francés del siglo XVII Blaise Pascal sostuvo que decidir si creemos en Dios o no es en el fondo como formular una apuesta. Si optamos por comportarnos como si Dios existiera y, al final, resulta que no existe, tampoco pasa nada. Bueno a lo mejor perdemos la oportunidad de disfrutar de lo lindo cometiendo alguno o todos los Siete Pecados Capitales, pero eso es calderilla comparado con la alternativa. Si apostamos porque Dios no existe y termina resultando que sí, nos habremos quedado sin el premio final, sin la dicha eterna. Por lo tanto, según Pascal, la estrategia de vivir como si hubiera un Dios es mucho mejor (Esto es lo que se llama apuesta pascaliana).
(Del libro: Platón y un ornitorrinco entran en un bar - Thomas Catchcart y Daniel Klein)

5.- “El Mundo” (Cuento de Augusto Monterroso): Dios todavía no ha inventando el mundo, está imaginándolo, como entre sueños. Por eso el mundo es perfecto pero confuso.

STOP que me estoy embalando…¡Vamos, como para que Javier decida libremente ser sacerdote de mayor!

Espero haber conseguido reacciones – sonrisas, enfados, asombros, las que sean – después de la lectura de este, más que nunca, caótico post, y espero no haber conseguido molestar a nadie con el libre ejercicio de mi libertad de expresión.

¡Un saludo!

PD: “El propósito de la ciencia no es abrir las puertas a una sabiduría eterna sino ponerle límites a los errores eternos” (B. Bredit)

PD: Para los despistad@s: ¡hay cambios en el blog!. Léase: reloj especial que marca el paso del tiempo, lista de parte de mis libros de ensayo preferidos, frases al final de la página... ;-)

viernes, 24 de octubre de 2008

VIVIR ES UNA MARAVILLOSA CASUALIDAD: El porqué de este título.

Tengo un problema: soy médico. Tengo una virtud: soy mujer :-) Empiezo así porque son dos de las cosas más importantes que han marcado y siguen marcando irremediablemente mi vida, y que me temo van a marcar este blog :-)

De lo primero me contagié, aunque suene a tópico, de bien pequeña cuando me regalaron – a petición mía, creo recordar – uno de esos disfraces de larga bata blanca con cofia y todo. Seguí infectándome irremediablemente durante lo que ahora es la ESO y el Bachiller, que en mi época se llamaba EGB y BUP/COU (¡que mayor me hace sentir este cambio de siglas!). Y a estas alturas de mi vida ya es una “enfermedad” inexorable y tengo asumido, con muchísima pasión, que incurable :-)

De lo segundo, que le vamos a hacer, nací así GRACIAS a la primera y más preciosa de las CASUALIDADES: un espermatozoide concreto, entre todos los millones que circulaban ese día por esos aproximadamente 12 cm que mide normalmente un cuello uterino, consiguió pasar con éxito cada una de las barreras y dificultades que el óvulo pone de por sí espontáneamente (y es que lo femenino siempre lo está poniendo difícil) y fecundarlo. Pero además ese espermatozoide resultó que no llevaba carga Y (masculina), porque – aprovecho ya para decirlo – ¡es el espermatozoide el que determina el sexo del futuro bebé! El óvulo es siempre femenino (¡y es que desde la más íntima de nuestras células ya empezamos marcando terreno las mujeres!). El espermatozoide o lleva carga masculina (Y) o no la lleva, y si no la lleva sale una mujercita. No creáis que, si nos paramos a pensarlo, no tiene guasa la cosa: o sea, que, como decía un profesor que tuve en primero de medicina, ni siquiera para el desarrollo más inicial de una mujer se necesita el cromosoma Y tan masculino ¡que ataque a la masculinidad lanza la ¿sabia? naturaleza! :-) (Cierto es que creo que lo dijo para ganarse al público mayoritariamente femenino de mi promoción).

Y lo llamo CASUALIDAD porque lo normal (entendido como lo más frecuente) es que no se logre la fecundación. Millones y millones de células masculinas y femeninas se “pierden” en los intentos de quedarse embarazada conscientemente. Eso si, inconscientemente las “reglas de la CASUALIDAD” son otras: como os hayáis olvidado de tomar una de las pastillitas anticonceptivas, o, por las prisas, el tema del preservativo se haya olvidado o esté mal colocado, o creáis que estáis protegidas por que estáis dando de mamar al bebé que hace poco acabáis de tener…ese día, sí, ese día no falla la rara CASUALIDAD y os quedáis embarazadas sin que lo quisierais :-) (No entro a comentar aquí en mi presentación el tema de la fecundación in vitro, de la selección del sexo del bebé o demás métodos de fecundación artificial tan de actualidad hoy en día. Hablaré del tema, claro, porque atañe a esa CASUALIDAD “natural” y este blog trata de eso precisamente: de las CASUALIDADES de la vida. Hablaré porqué no puedo dejar de hacerlo tras leer las declaraciones del Presidente de la Conferencia Episcopal Española. Y sobre todo hablaré porque soy médico, porque soy mujer y porque hay libertad de expresión...creo).

Aquí iré escribiendo sin orden ni concierto todo lo que me llame la atención por CASUALIDAD, lo que me sorprende y que hace mi vida merecedora de ser vivida. Hablaré de cosas graciosas, de cosas indignantes, de cosas profundas, superficiales, de medicina, de lógica, cosas curiosas…Con algunas estaré/emos de acuerdo, con otras no, pero eso es precisamente la vida tal cual la entiendo yo.

No quería acabar esta primera aportación al blog sin nombrar otras CASUALIDADES. CASUALIDADES, éstas, serias, reales y que me toca vivir a diario por mi trabajo. CASUALIDADES que son otro de los motivos del porque he titulado este blog “Vivir es una casualidad”. CASUALIDADES que “juegan” con la vida misma, sin bromas.

Me refiero a esa sucesión de hecho casuales que “determinan” que una persona que tiene un accidente o cualquier tipo de problema de salud siga viviendo o no. Y es que seguir vivo es una CASUALIDAD. La cadena de CASUALIDADES que determinaran si seguirás viv@ o no es larga e iré desgranándola poco a poco en este espacio caótico pero, de momento y a modo de resumen, pensad: Si tienes algún problema serio de salud, depende, entre otras cosas,
  • De dónde te pase: no es lo mismo perdido en el campo que en una gran ciudad,
  • De a que hora te pase: nos guste o no, la realidad es que no hay la misma respuesta de noche que de día, ni el mismo movimiento de gente que pueda avisar si ve que pasa alguna cosa,
  • De quien regule tú llamada al sistema de emergencias que te corresponda llamar: tema espinoso este que será motivo de largo desarrollo por mi parte. Baste decir de momento, para los no iniciados en el tema, que regular significa, o debería de significar, saber que preguntar ante cualquier tipo de petición de socorro, para decidir rápidamente que tipo de recurso enviar optimizando aquellos de los que disponemos,
  • De que equipo llegue a atenderte: este tema no es que sea espinoso…puede llegar a ser moral y éticamente conflictivo – aceptando como acepto la posibilidad del error humano,
  • De a que hospital te lleven o te puedan llevar según la patología que presentes – que a veces no es el más cercano,
  • De a que hora llegues a ese hospital, que equipo te atienda una vez allí…

…y esta cadena sigue y sigue. ¿Realmente vivir no es una maravillosa CASUALIDAD? Porque a todo esto hay que añadir más CASUALIDADES: haciendo el mismo y correcto tratamiento para igual enfermedad grave, un determinado paciente responde y otro no y se acaba muriendo (y es que no hay enfermedades sino pacientes). Y otra más: un día a una hora concreta decides ir por esa calle y no por la que siempre pasas, te cae un trozo de cornisa, y te mata…o ese día te dan un tirón, caes mal, te golpeas en la cabeza y te mueres…¡¡Cuántas CASUALIDADES!!


En fin que aquí empiezo, así empiezo y espero poder seguir mientras siga casualmente viva. Esta es la manera que he encontrado de hablar de lo que vivo, como podéis leer en la frase que aparece debajo del título del blog. Este es mi refugio frente a un exterior que me sobrepasa. Os invito a disfrutar junt@s de esta CASUALIDAD que es nuestra vida, mientras sigamos aquí, y es que “la salud es un estado precario del hombre que no promete nada bueno” (Guido Ceronetti – El silencio del cuerpo) :-)


Un saludo a tod@s y ¡bienvenid@s a mi refugio!

Aviso: Guillermo de Occam – teólogo del siglo XV – formuló un principio de economía conocido como “la navaja de Occam” que viene a decir algo así como que la teoría no debe ser más compleja de lo necesario, o sea, que hablemos claro y conciso. Prometo hablar claro, suelo hacerlo…pero lo de conciso l@s que me conocen ya saben que lo llevo peor, tened paciencia :-)


PD: ¡Gracias Rax! Sin ti esta CASUALIDAD no estaría siendo posible ;-)

PD: Pido perdón por errores de presentación y de redacción. Poquito a poco iré dominando, haciendo mío este espacio y personalizando el blog…si sigo casualmente viva, claro :-)