sábado, 21 de marzo de 2009

MAMÁ TIENE DOS EMES Y MARIPOSA CUATRO SÍLABAS – LA SINCERIDAD.


[Ser sincero no es decir todo lo que se piensa, sino no decir nunca lo contrario de lo que se piensa – André Maurois]

Érase una vez unos artesanos y escultores de la antigua Roma que fabricaban vasos y esculturas de mármol. Al principio, esos vasos – fabricados con cera burda – eran opacos. Con el paso del tiempo aprendieron a pulir la cera y los vasos se volvieron más finos y transparentes. Los romanos empezaron a decir: “parece que son vasos sine cera”. Al principio, los fallos de esas esculturas de mármol – material muy sensible a los errores – eran corregidos con cera, que luego pintaban y pulían hasta darle un aspecto perfecto. Luego, encima, los vendían sin indicar el retoque. Cuando parecía que la escultura no estaba retocada, los romanos empezaron a decir: “parece que son esculturas sine cera”. Al final esas dos palabras se unieron y se formó la palabra SINCERA que inicialmente significó “dejar ver a través de las palabras”, como si del vaso se tratara, y “no ocultar fallos y decir la verdad”, como si de las esculturas auténticas se trataran.

Hoy quiero pensar por escrito en la sinceridad. Sinceridad entendida como adecuación entre lo que se piensa y se siente, con lo que se dice. Sinceridad como ejemplo – de nuevo - de palabra fácil de decir pero difícil de vivir en consecuencia. Sinceridad no como virtud personal, sino como VIRTUD INTERPERSONAL, que tiene en cuenta, por tanto, al/a la interlocutor/a que está recibiéndola del otro lado. Hay que intentar ser fiel a nuestra individualidad, claro, pero, sobre todo, hay que intentar ser fiel a la individualidad de los demás como personas. Eso es lo complicado.

Somos capaces de cambiar el comportamiento de nuestras células por nuestros pensamientos. Si estamos íntimamente de acuerdo en algo, si estamos siendo sincer@s, si algo nos hace daño, si estamos tristes o contentos…las células procesan esta información y reaccionan en consecuencia. Según nuestro estado de ánimo las defensas funcionan mejor o peor, las plaquetas se tornan más o menos viscosas, incluso la composición de las lágrimas es diferente si son de alegría o de pena. En definitiva, nuestros pensamientos y sentimientos controlan los neurotransmisores y las hormonas lo suficiente como para que nuestras células reaccionen. Si quieres saber cómo está tu cuerpo hoy, haz memoria de ayer. Si quieres saber cómo estará tu cuerpo mañana, obsérvate hoy.

La sinceridad, como concepto absoluto, prácticamente todo el mundo está de acuerdo en que no existe. No se puede vivir en sociedad, ni en armonía con los demás, siendo absolutamente sincer@. La única sinceridad verdadera y auténtica es la que tienes contigo mism@, o, por lo menos, la que deberíamos tener. La vida es un regalo, creo que no merece la pena vivir sin esa sinceridad íntima y personal. Es, para mí, un signo de madurez y de responsabilidad. Hay que intentar vivir la vida y hacerla merecedora de ese esfuerzo. Pero vivir la vida sinceramente implica dejar de buscar y de encontrar excusas y/o justificaciones fuera de nosotr@s mism@s. Implica hacernos y ser responsables.

Ahora bien, ¿hay que ser siempre sincer@s con los demás? Creo que deberíamos serlo, por lo menos, con aquello que decidimos compartir (la vida es pensar lo que queremos decir y tener el valor de decirlo tal cual lo pensamos, pero no necesariamente decir todo lo que pensamos), pero sin perder de vista que la sinceridad implica EMPATÍA – no sólo EMOCIONAL, sino también COGNITIVA – e implica vulnerabilidad. La sinceridad implica, además, reconocer que nuestra realidad es sólo y precisamente eso, la nuestra, y que hay casi tantas otras y tan válidas como personas tiene el mundo. Hay como un miedo a ser considerad@ diferente cuando realmente tod@s somos diferentes. Ese miedo hace que no seamos sincer@s, en muchas ocasiones, para pasar desapercibid@s, para no destacar.

Ella: “Lo siento, pero te lo tenía que decir, ya sabes que yo soy muy sincera”…Él:”No sé si me lo tenias que decir o no, lo que si sé es que ha sido mucho más de lo que yo estaba preparado para escuchar”… Ella, después, explicándoselo a su amiga por teléfono: “Ya ves, hay gente que no soporta la verdad, pero es su problema”.

Sinceridad no es corregir y juzgar continuamente. No es ser arrogantes disfrazando todo lo que decimos de una falsa y virtuosa palabra llamada “sinceridad”. ¿Sinceridad es ir a favor o en contra de nuestra propia naturaleza humana egoísta?

En el año 2005 se publicó en el British Journal of Psichiatry los resultados de un estudio que parece demostrar que el cerebro de los mentirosos es distinto. La actividad del sistema prefrontal, la cantidad de sustancia gris – disminuida - y de la sustancia blanca – aumentada - de esa zona se ve alterada en la gente que miente de manera habitual.

Para acabar: imaginemos y sonriamos: “Un ejecutivo envía un fax a su esposa: “Querida esposa: comprenderás que ahora que tienes 54 años, yo tengo ciertas necesidades que tu ya no puedes satisfacer. Soy muy feliz contigo, sinceramente te considero una esposa maravillosa. Espero que no te sientas herida u ofendida al saber que, cuando recibas este fax, voy a estar haciendo sexo en el hotel Camino Real con Vanessa, mi secretaria, que tiene 18 años. No obstante, llegaré a casa antes de la medianoche”. Cuando el tipo vuelve a su casa, se encuentra una nota sobre la mesa del salón que dice: “Querido esposo: he recibido tu fax. No puedo evitar darte las gracias por el aviso. Aprovecho la oportunidad para recordarte que tú también tienes 54 años. Al mismo tiempo te comunico que, para cuando leas este mensaje, estaré dándome un revolcón en el Gran Hotel con Mikel, mi profesor de tenis que, al igual que tu secretaria, también tiene 18 años. Como, además de ser un empresario de éxito, eres licenciado en matemáticas, podrás comprender fácilmente que estamos en las mismas circunstancias, pero con una pequeña diferencia: 18 entra más veces en 54, que 54 en 18. Por lo tanto, no me esperes esta noche, llegaré mañana. Recibe un beso de tu esposa que verdaderamente te comprende”:-)

Otra historia sinceramente divertida: “Una mujer denuncia a un hombre por haberla difamado. Los cargos consisten en que la ha llamado cerda. El hombre se defiende diciendo que él se ha limitado a ser sincero. Se declara al hombre culpable y le obligan a pagar los daños y prejuicios. Tras el juicio el hombre le pregunta al juez:
- ¿Significa eso que no podré llamar cerda a la Sra. Harding?
- Exactamente, dice el juez.
- ¿Y tampoco puedo llamar Sra. Harding a una cerda?
- Si quiere, dice el juez, usted sí puede llamar Sra. Harding a una cerda. Eso no constituye delito alguno.
El hombre mira a la Sra. Harding a los ojos y le dice: “Buenas tardes, Sra. Harding” :-)

Un saludo sincero a tod@s.

PD: He cogido prestado parte del título de uno de los capítulos del libro “El gozo intelectual” de Jorge Wagensberg, como no podía ser de otro modo :-)

PD: Querida A, tú me propusiste el tema, espero haber cumplido parcialmente tus expectativas. Espero tus comentarios, sabes mucho más que yo de este tema, que, quizá, he tratado con poca profundidad....pero continuará, como la vida misma ;-)

domingo, 8 de marzo de 2009

LA RECIÉN LLEGADA - EL GOZO Y LA DUDA INTELECTUAL

[“Vivir en la Tierra es precioso. Incluye un viaje alrededor del Sol todos los años”].
["La oscuridad nos envuelve a todos pero, mientras el sabio tropieza en alguna pared, el ignorante permanece tranquilo en el centro de la estancia” (Anatole France)].

Cuando nacemos nos regalan un mundo que está por crecer al mismo tiempo que nosotros, un mundo ligado perennemente a nosotros allí dónde y cuándo nos haya tocado casualmente nacer. Platón decía que todo conocimiento es sólo recuerdo. Salomón dijo que toda novedad es sólo olvido. Ortega y Gasset dijo que vivir es haber caído prisionero de un contorno inexorable. Olvido o recuerdo, aprender – y comprender lo aprendido – en este momento y en este lugar que me está tocando vivir, es un verdadero gozo. Es uno de mis estímulos más poderosos para vivir. Cada vez que aprendo algo, que lo comprendo, que lo leo, que lo veo o que lo escucho, esa sensación como de recién – y, siempre, bien - llegada, me llena de energía y de felicidad.

Jorge Wagensberg tiene un libro dedicado a este tema - “El gozo intelectual” – y, como no podía ser de otra manera, en él me he inspirado porque me vi reflejada cuando lo leí, y me sigo viendo reflejada ahora que lo estoy releyendo…y además lo describe (y lo escribe) muy bien, por lo que os lo recomiendo.

Ángela Becerra (escritora colombiana, de Cali, afincada en España, con más de un premio, idealista mágica – es como la describen – y que creo que ya la he nombrado en algún otro post, si no me falla la memoria) publicó una mini columna en un rincón de la contraportada de uno de los miles de periódicos gratuitos que nos dan cada mañana en las ciudades, que no tiene desperdicio, y que tituló “Elogio a la curiosidad”. Ahí dice cosas tan preciosas y tan bien dichas como estas: “La curiosidad es la linterna del cerebro”, “Cuando el cerebro tiene hambre la saliva que segrega se llama curiosidad”, “A nuestro cuerpo es prudente mantenerlo dentro de una dieta, a nuestro cerebro jamás”, “Al final cada uno es la suma de sus conocimientos y la multiplicación de sus razonamientos”, o “La curiosidad infantil es infinita. De adultos, lo peor de esa anorexia intelectual, es que, a diferencia de la física, es invisible”. ¡Maravillosa forma de empezar este artículo!

No recuerdo dónde leí que lo desconocido lo sigue siendo porque hasta ahora nadie se ha propuesto explicarlo, es como una ignorancia relativa. Y es que la ciencia tiene un pasado maravilloso por delante. En todos sitios y de tod@s se puede aprender algo, sólo hay que querer hacerlo, estar atent@ y ser curios@ [Hasta en el cine se puede aprender mucho del amor….si no te distrae mucho la película :-)].

Todo empieza por sorprenderse de lo cotidiano. No es lo mismo, como dice Wagensberg, “comprender” que “estar acostumbrado a”. Podemos estar acostumbrados a lo cotidiano, pero no comprender por qué pasan así las cosas. Si nos preguntamos el porqué de las cosas y de los seres vivos – como cuando éramos niños – ya no hay marcha atrás, ya hemos abierto la caja de Pandora, y un conocimiento llevará a otro, formando una cadena interminable e inabarcable (es importante ya que lo tengamos claro) que nos llenará de gozo. Incluso las personas más longevas apenas viven 700.000 horas. No hay tiempo, pero disfrutémoslo.

Y no hay temas incomprensibles. Se trata de saber trasladarlos (o pedir que nos los trasladen) a algo cotidiano y tangible – y con palabras claras – para que tengamos la enorme alegría de entenderlos. No se trata de ser especialistas en todo y en nada, sino de entender dónde, cuándo y en qué cuerpo nos ha tocado vivir. Feynman – conocido como es que, por su formación, los físicos siempre se están picando con los matemáticos, y viceversa – ya dijo que “si pones un teorema matemático en palabras de la calle, queda siempre algo ridículamente obvio”. Tomemos por ejemplo el Teorema de Bolzano que dice que si f(x) es continua en un intervalo y cambia de signo en el interior del mismo, existe un punto C perteneciente al intervalo en el que f(x)=0…o sea – sin asustarse – esto quiere decir que, si ahora es de día y luego es de noche, en algún momento ha anochecido. O incluso que, si ahora estás en la playa y luego estás buceando, en algún momento habrás entrado al mar (Sacado del Blog Curioso Pero Inútil) ¿A qué se entiende diferente? :-)

No puedo dejar de hablaros aquí de uno de los mejores artículos que he leído en el mismo blog que acabo de citar de Curioso Pero Inútil…y, en general, uno de los mejores que he leído en todo lo que he llegado a leer hasta ahora. Es el que ellos llaman “El teorema del punto fijo y la vida real” que dice así: “Este teorema demuestra que dado un conjunto inicial y uno final, y una aplicación que los relacione, siempre que se cumplan ciertas condiciones algo obtusas, habrá un punto del espacio final que será el mismo del espacio inicial”. Ponen varios ejemplos, pero me quedo con uno de la vida diaria. “Sea un café con leche en reposo dentro de su taza. Si suponemos que el café es un continuo, y que nada del café se queda en la cuchara al removerlo, el teorema nos dice que, tras remover y esperar a que el café quede de nuevo en reposo, al menos uno de los puntos del café está en el mismo sitio que estaba antes de remover. ¿No es maravilloso? :-)

Y el mundo está lleno de preguntas, preguntas sin respuesta, preguntas autorreferenciales, preguntas que seguro tienen respuesta pero que yo no las conozco…¿Porqué al calor se le llama buen tiempo y al frío mal tiempo? Los sentimientos pueden ser buenos o malos ¿Por qué decir en sentido peyorativo que una persona no tiene sentimientos? Cuando sale al mercado una nueva marca de comida para perros con la publicidad de buena ¿quién la ha probado antes? ¿Cómo pueden saber los ciegos que han terminado de limpiarse cuando van al WC? ¿Hasta dónde llegaría el agua del mar si no fuera por las esponjas de mar? ¿Por qué para apagar Windows hay que ir al botón de inicio? ¿Por qué “todo junto” se escribe separado y “separado” se escribe todo junto?...¡¡¡¡miles de preguntas!!!! :-)

“Al nacer un bebé es cuando se le hace el ombligo. Se le corta el cordón umbilical y el niño pasa a ser con cable a ser inalámbrico. Pasa de fijo a móvil. La comadrona hace lo que puede pero claro, es que por muy bien que lo hagas, un zurcido ahí…se ve. La culpa es de Dios que es un prisas. Si el ombligo va a ser un zurcido...no lo pongas ahí que se ve. Yo hago el mundo en 7 días…ya…pero mira los acabados. El ombligo lo pones debajo del sobaco, no se ve, y no haces mal a nadie” (Extracto de un texto de Luís Piedrahita del libro “Un cacahuete flotando en una piscina sigue ¿siendo un fruto seco?”. Te suena, DG ;-))

"El Génesis dice que durante el Diluvio quedaron cubiertos todos los montes sobre la faz de la Tierra. Si se toma esto literalmente resulta que la capa de agua sobre la Tierra tendría entre 5000 o 6000 metros de grosor, lo que equivale a más de 2500 millones de km cúbicos de agua. Como, según el relato, el Diluvio duró 40 días con sus noches, es decir 960 horas, la tasa de caída de la lluvia ha de haber sido por lo menos de 5 metros por hora, suficiente para echar a pique un avión y con mayor motivo un arca cargada con miles de animales a bordo" (John Allen Paulos en “El hombre anumérico”).

"Tenemos un tipo de visión tricromática (rojo, verde y azul). Nuestros antepasados y, entre ellos, nuestros primeros ancestros, tenían visión dicromática (verde y azul) y luego experimentaron la mutación de un gen para una proteína fotorreceptora que cambió su sensibilidad también a la luz roja. Las investigaciones actuales apuntan a la existencia de variaciones en esta visión del espectro rojo. Analizaron en 136 personas el único gen que codifica una proteína sensible al rojo, y encontraron 85 variantes (un porcentaje que triplica lo que cabría esperar de otros genes). Es probable que esta variación otorgue a cada un@ de nosotr@s una perspectiva única de los matices. Un pequeño grupo de mujeres, además, puede experimentar una visión del color aún más diferenciada porque posee un fotopigmento rojo extra. Pueden ser capaces de distinguir colores que al resto de nosotros nos parecen idénticos, permitiéndoles ver un sutil mundo de color que la mayor parte de la Humanidad no podrá nunca apreciar". No se sabe porqué esta característica es exclusiva de las mujeres (Jennifer Ackerman en “Un día en la vida del cuerpo humano”).

¿Por qué es verde la vegetación? Porqué la vegetación vive gracias a la función clorofílica. Gracias a ella la planta obtiene energía de la luz solar y fabrica glucosa para almacenarla.Y resulta que la clorofila, un pigmento verde, es la molécula fundamental del proceso. Pero las plantas acuáticas también viven gracias a la función clorofílica, ¿cómo es posible que en el mar puedan encontrarse plantas de otros colores? Bueno, la clorofila es verde y la planta lo será también si en ella predomina este pigmento. Pero no es el único pigmento de forma que si en otra planta predomina el pigmento rojo, la planta será roja sin que ello impida la función clorofílica. Esto nos obliga a cambiar la pregunta inicial a ¿por qué es verde la vegetación terrestre? La vegetación terrestre y la acuática tienen algo en común: la primera procede de la segunda, es decir, algunas plantas conquistaron tierra firme. Seguro que lo estuvieron intentando durante millones de años, y seguro que entre las primeras plantas que lo intentaron había de todos los colores, pero el grupo que consiguió permanecer, sobrevivir y multiplicarse fue el de las plantas acuáticas de color verde. Todas las plantas terrestres proceden en verdad de un grupo de algas verdes. Pero en el Mediterráneo se observan grupos de plantas acuáticas con flores (La posidonia) ¿qué hace una planta con flores en el agua? ¿No será una planta terrestre que regresa al agua después de millones de años?...y así podríamos seguir trazando maravillosos círculos alrededor. Este es el método que defiende Jorge Wagensberg en su libro “El gozo intelectual” (¿Te suena, A? :-)).

Libros sobre esto, además de los que han ido saliendo en el texto, hay muchísimos: “El canon” de Natalie Angier, “Una breve historia de casi todo” de Bill Bryson, “El Cisne Negro” de Nassim Nicholas Taleb, “Viaje por las mentiras de la Historia Universal” de Santiago Tarín…cualquiera de la lista que hay en mi blog aporta horas y horas de felicidad, cada uno en su tema....pero, claro, que voy a decir yo ;-)

Hasta aquí llego por hoy. Espero haber estimulado vuestra curiosidad, haberos hecho sonreír, y, sobre todo, haberos hecho gozar.

Un saludo a tod@s.

PD: Os recomiendo el doble artículo que Sergio Parra publicó en su blog “Ocultando el sol con la cabeza de un alfiler” que se llama “Sobre la gente que no lee”.

PD: Os recomiendo todo el blog de Curioso Pero Inútil. Nada tiene desperdicio y animo desde aquí a sus administradores para que retomen las publicaciones cuanto antes. ¡Las echo de menos!

PD: Os recomendaría tantos libros,tantos blogs y tantas cosas que no me caben aquí...Os recomiendo GOZAR :-)