domingo, 21 de diciembre de 2008

LA ILUSION DE LA REALIDAD

[Realidad: Alucinación creada por la mente debido a la carencia de alcohol en la sangre” (http://www.bushcador.com/)].

No vemos las cosas tal como son sino tal como somos, no debemos perder eso de vista…no deben de perder eso de vista [“Cuando me dices que soy de la otra acera, ¿desde qué acera me lo estás preguntando?”- “¿Cómo podemos saber que en realidad el cielo es verde y nosotr@s daltónic@s?”].

El problema de lo que es real empieza cuando intentamos definir la propia palabra Realidad. La Realidad está íntimamente ligada a nuestros sentidos y a la naturaleza de la conciencia humana y es, por tanto, parcialmente subjetiva. No es reproducible por tod@s l@s otr@s observador@s extern@s, aunque tampoco depende únicamente del punto de vista del/de la observador/a. La realidad no se acaba donde se acaban o se agotan nuestros sentidos. Si repasamos las estadísticas, nos tropezamos con la curiosidad de que verdades que en un pasado eran consideradas reales, hoy en día son erróneas. ¿Quién nos garantiza entonces que en el futuro nuestros descendientes no creerán equivocadas buena parte de las cosas que hoy consideramos real o verdadero?

Un ejemplo que me gusta mucho para ilustrar eso de que no vemos la realidad tal cual es sino tal cual somos: Un hombre está preocupado porque su mujer se está quedando sorda y decide consultarlo con el médico. Este le sugiere que haga una prueba en casa: que se coloque detrás y le pregunte algo primero desde lejos, luego a unos 3 metros y finalmente muy cerca de ella. El hombre llega a casa y ve a su mujer en la cocina. “¿Qué hay parar cenar? – pregunta desde la puerta”. No hay respuesta. “¿Qué hay para cenar? – repite al aproximarse un poco”. Sigue sin haber respuesta. Se coloca entonces detrás de ella y le pregunta: “¿Qué hay para cenar?”. La mujer se vuelve y grita: “¡¡Por tercera vez: pollo!!”(Sacado del libro “Platón y un ornitorrinco entran en un bar”).

En 1877 Gladstone en un artículo titulado “Sobre la idea del color en Homero” utilizaba frases como “el mar de color de vino”. ¿Se trataba de una licencia poética o acaso Homero y l@s grieg@s veían el mar de manera diferente? De hecho hay una considerable diferencia en la manera en que las distintas culturas categorizan y nombran los colores…incluso puede que los individuos sólo vean un color si existe una categoría cultural o nombre para ello. Aunque no está claro si esa categorización puede, de hecho, alterar la percepción elemental del color (Sacado del libro “Un antropólogo en Marte” de Oliver Sacks). Hay una tribu en Méjico que no tiene ninguna palabra para nuestro color azul y no lo reconocen como tal [ahora no recuerdo como lo llaman pero era como si lo describieran – lo siento pero mi memoria empieza a fallar y hace mucho tiempo que leí este dato :-)]. Hay una isla en la que, por una variación genética, la casi totalidad de sus habitantes ven en escala de grises desde el blanco hasta el negro, pero son totalmente ciegos al color. L@s pacientes con el llamado Síndrome de Anton – en el que está destruida la corteza visual – ignoran que están cieg@s. Tienen ceguera de su ceguera.

Inevitablemente la realidad de estas personas será diferente a la nuestra ¿no?

L@s pacientes con el lóbulo frontal del cerebro alterado – zona encargada, a grandes rasgos, de la consciencia, del deber, de la obligación y de la responsabilidad (nada más y nada menos) – no son conscientes que están enferm@s o que tienen déficits neurológicos severos. Su realidad, por tanto, es que están san@s y nadie l@s puede convencer de la dimensión trágicamente reducida de su existencia. Además suelen estar siempre de buen humor [El padre de un paciente frontalizado después de un tumor cerebral frontal operado llegó a decir, con ironía: “Los lóbulos frontales, ¿Quién los necesita?”]. De hecho los lóbulos frontales son la gran peculiaridad del cerebro humano y, o están muy poco desarrollados, o no lo están en absoluto, en los otros mamíferos (Sacado del libro “Un antropólogo en Marte” de Oliver Sacks)…Mmm…¿Será eso lo que nos hace ser tan “racionales” y por lo que muchos mamíferos son mejores “personas” que algún@s de los human@s?...

Estas características funciones de los lóbulos frontales pueden a veces presionarnos demasiado, de forma que anhelemos una liberación de sus aplastantes inhibiciones, de la cordura y de la sobriedad. Ansiamos, sin saberlo, unas vacaciones de nuestros lóbulos frontales: una fiesta dionisiaca de los estímulos y los impulsos. Todo es consecuencia de nuestra naturaleza hiperfrontal. Lógicamente la tragedia se produce cuando no hay regreso de esas vacaciones (Sacado del libro “Un antropólogo en Marte” de Oliver Sacks).

Cuándo una estrella se acerca se vuelve más azul, cuando se aleja más roja. Personas en diferente hemisferio ¿no verán la realidad de la misma estrella de manera totalmente diferente?

¿Cuántos ejemplos más necesitamos para darnos cuenta que la realidad la ve cada persona de acuerdo a sus características y vivencias? ¿No os coloca esto irremediablemente en vuestro sitio quitándoos mínimos intentos de aparición de aires de grandeza o superioridad alguna (a mí sí me pasa)? ¿No es acaso todo pura CASUALIDAD por dónde hemos nacido o por los accidentes / enfermedades que hemos tenido?...En esta época de realidades condicionadas por los intereses creados, ¿no os da que pensar?

Seguiré hablando de la realidad en futuros post. De nuevo esto es sólo la primera parte de un tema extensísimo y que me apasiona. Poco a poco iré haciendo las segundas partes, prometido :-) De momento os quiero dejar pensativ@s con lo escrito hasta ahora, fomentar el llamado pensamiento horizontal – aquel que nos permite mirar alrededor nuestro y no sólo obstinadamente lo que tenemos delante de nuestras narices como si fuera lo único verdadero que existe – y simplemente introducir el hecho de que la realidad, actualmente, puede llegar a ser inasumible e inabarcable (A este respecto os recomiendo leer el artículo de Enric González en El País del día 14/12/2008).

La cultura popular también es sensible a lo que es la Realidad: “Cada cabeza es un mundo”, “El león juzga por su condición”, “Todo depende del cristal con que se mire” o “Cada loco con su tema”.

Y ya para acabar una frase del gran filósofo y ensayista español Ortega y Gasset – uno de mis favoritos y perfecto para, de manera ilusoria, "permitirle" cerrar este post – que decía que “hay tantas realidades como puntos de vista”.

¡Un saludo a tod@s y felices y entrañables fiestas!

PD: “La mitad de la belleza depende del paisaje, la otra mitad de la persona que lo mira”…así de variable es la interpretación de la realidad :-)

lunes, 8 de diciembre de 2008

NAAMA - MEMORIA DEL SILENCIO

[Noé es un hombre conocido en la historia pero ¿cómo se llamaba su mujer?]

Hoy quiero compartir dos cuentos. Son unos cuentos especiales, profundos y tiernos para mí. Son unos cuentos para rescatar el silencio. Es la forma que tengo de ceder este espacio y el protagonismo a tantas y tantas personas, animales, palabras y hechos – anónim@s o no – que han sido olvidad@s o incluso nunca conocid@s. Hoy quiero dejar hablar a otros. Hoy quiero dejar hablar a los que saben escribir mucho mejor que yo. Hoy quiero rendir mi homenaje paradójica y parabólicamente silencioso a tantas mujeres y hombres, a tantas palabras, a tantos animales, a tantos hechos anónimos frecuentemente olvidados y/o silenciados consciente o inconscientemente con el tiempo. Paradójicamente porque, estando yo callada y cediendo el espacio a estos dos escritores, de alguna manera hablo y rompo el silencio. Parabólicamente porque me permito la licencia de extender el mensaje de estos cuentos al resto de los silencios. Es como siento que quiero empezar a cerrar el año. Quiero recordar a la mujer de Noé. Quiero recordar a l@s que nunca nadie recuerda: a las palabras olvidadas, a las personas y animales maltratad@s, a l@s asesinad@s, a l@s que no tienen qué comer, a l@s que, por una caprichosa CASUALIDAD del destino, les ha tocado o les tocó nacer inocentemente en un sitio y en una época donde no han tenido o no tienen cubiertas siquiera las necesidades básicas diarias, donde su vida no tiene el mismo valor que la nuestra, y donde puede que no tengan derecho a techo, a educación ni a una sanidad. Es simplemente lo que siento que hoy quiero hacer.

[Por cierto, no hay ninguna seguridad, pero en el Midrash (libro de eruditos judíos muy antiguo), hay escrito un probable nombre de la mujer de Noé: Naama].

1.- “Este cuento cuenta la historia de un monasterio en plena Edad Media. Una isla de paz en un lugar azotado por las guerras y los conflictos entre los señores feudales. En él viven poco más de una docena de monjes con sus túnicas marrones y una especia de bonete en la cabeza, también marrón. Los monjes trabajan en un huerto. No hablan entre sí sino por señas porque todos han hecho voto de silencio. Sus actividades están rigurosamente regidas por el sol. Después de un frugal almuerzo, a media mañana, los monjes se dirigen ordenadamente al scriptorium: una sala rectangular en el segundo piso rodeada de altos armarios de madera repletos de libros. Los monjes, siempre en silencio, escriben palabras en pedazos de pergaminos. Llevan siglos haciéndolo. Generaciones y generaciones de monjes silenciosos entregados a guardar y proteger las palabras. Todas las palabras que después ordenan amorosamente en pequeños archivadores de madera. Allí se resuelve la memoria de todo lo nombrado: lo visible y lo invisible, lo material y lo espiritual. Y ese es su único objetivo: guardar las palabras, preservarlas del olvido, porque – afirman – en las palabras se encuentra la certidumbre. Los objetos, los sentimientos comienzan solo a ser conocidos en el momento en que somos capaces de nombrarlos. Sin palabras no hay nada. Nombrar las cosas permite poseerlas…y eso inquietaba a los poderosos que veían en los monjes a unos extraños hechiceros dotados del poder, de la magia de las palabras.

Un día acude al monasterio un grupo de forasteros perseguidos por una partida de soldados. Desmontan y se acercan a la puerta abierta de par en par. El abad los recibe en silencio. Le apartan de un violento empujón. Toman las celdas a la fuerza rompiendo y destrozando todo aquello que se les interpone. Apresan a los fugitivos. Uno de los soldados prende al abad y lo abofetea. Otro prende una tea y la arroja por una de las ventanas del piso inferior, y los demás se animan arrojando más y más teas. Algunas se estrellan contra los muros pero otras rompen cristales, vidrieras…A los pocos minutos de las ventanas empiezan a salir unas rojas lenguas de fuego que despiden un humo negro y compacto. Los soldados se marchan con los fugitivos.

El cuento acaba con el abad y los monjes tiznados de ceniza los rostros, las manos y las túnicas, viendo desde el huerto, impotentes, como el monasterio entero arde pasto de las llamas. Y el abad rompe entonces a llorar. Y las lágrimas le surcan el negro rostro por el humo. Llora porque Europa entera está en guerra, llora por los fugitivos condenados a una muerte segura, y llora, sobre todo, porque el fuego está destruyendo las palabras, las comunes y las olvidadas, y porque ellos han hecho un voto de silencio que les impide pronunciarlas”.
(Este cuento está atribuido a Umberto Eco).

2.- SE ACABÓ LA RABIA (Mario Benedetti-1956):
“Aunque la pierna del hombre apenas se movía, Fido, debajo de la mesa, apreciaba grandemente esa caricia en los alrededores del hocico. Hacía dos años que Fido se había convertido en perro de apartamento, No pertenecía a ninguna raza definida, pero era un animal disciplinado. Sabía además aguantarse sobre dos patas hasta que su amo decía que descansara, traer el diario en la boca todas las mañanas, ladrar cuando tocaba y servir de felpudo a su señor cuando volvía de trabajar. Pasaba la mayor parte del día en un rincón del comedor o sobre las baldosas del cuarto de baño. No molestaba. No sentía un gran afecto hacia la mujer pero como era ella quien se preocupaba de la comida y de renovarle el agua, Fido le lamia las manos de vez en cuando. Los grandes momentos del día eran sin duda las dos comidas, el paseo diurético por la vereda y, especialmente, ese ratito después de la cena, cuando el hombre y la mujer charlaban y él sentía el roce afectuoso de los pantalones de franela.

Esta noche Fido estaba inquieto, el pasado inmediato pesaba sobre él. Una serie de imágenes se habían acumulado en sus ojitos llorosos. Una tarde en que estaba durmiendo su siesta en las baldosas del cuarto de baño, la mujer llegó acompañada del otro. No le gustaron ni su voz ni su falsete, ni el tacto de sus cortantes pantalones, ni su antipático olor. Primero solo hablaron pero poco a poco iba apareciendo con más frecuencia. Nunca pasaban al dormitorio pero en el sofá hacían cosas que a Fido le traían violentas nostalgias de las perritas de cierta charca en que transcurrió su cachorrez.

Una tarde, quien sabe por qué, volvieron a notar su presencia, y eso que Fido los dejaba tranquilos ahí quieto en su rincón. Fue la mujer, y era natural porque con el tipo no tenía nada en común. Acaso ella tenía especial conciencia de que el perro existía, de que estaba presente. Fido no tenía nada que reprocharle, mejor dicho, no sabía que tenía que reprocharle nada, pero estaba ahí, en el baño o en el comedor, mirando. Y, bajo esa mirada, la mujer acabó por sentirse inquieta, violenta, y no tardó en ser atrapada por un odio intenso, insoportable. Fido notó que ella lo trataba con rencor, con rabia.

Hacía un día, dos, tres (un perro no controla el tiempo), el otro había tenido que irse con apuro y había dejado olvidada la cigarrera; una cosa linda, dorada, muy dura sobre el living. La mujer la había guardado también con apuro (¿porqué?) bajo una cortina de la despensa. Allí, no bien estuvo solo, fue Fido a olfatearla. Aquello tenía el olor desagradable del tipo.

La pierna de su amo no se movió más. Fido se despertó de todos esos recuerdos y entendió que hoy los mimos habían concluido. Perezosamente estiró las patas y se levantó. Lamió todavía un trocito de tobillo que estaba al descubierto y, después de una caricia del amo, se fue, con paso lento y reumático, a su rincón tranquilo.

Sucedió entonces algo inesperado. Empezaron a hablar primero tranquilos, luego a gritos. De pronto la mujer se calló, cogió su abrigo y, sin que el hombre hiciera ningún ademán para impedirlo, salió a la calle dando un portazo tan violento que el perro no tuvo más remedio que ladrar. El hombre quedó nervioso, concentrado. A Fido se le ocurrió que ese era el momento. Nada de venganza, en realidad él no sabía qué era eso. El hombre estaba tan ensimismado que no advirtió enseguida que el perro le tiraba de los pantalones. Tuvo que recurrir a tres cortos ladridos. El hombre, después de vacilar, lo siguió con cierta desgana. No fue muy lejos, hasta la despensa. Cuando el perro apartó la cortina, el hombre se agachó a coger la cigarrera. En realidad Fido no esperaba nada. Para él su hallazgo no tenía más importancia. De forma que cuando el hombre dio aquel bárbaro puñetazo contra la pared y se puso a gritar y a llorar, no pudo menos que, asustado, retroceder ante la conmoción que provocara su acción. Se quedó en silencio pegado al marco de la puerta, y, desde allí, observó como el hombre, con los dientes apretados, gritaba y gemía. Entonces decidió acercarse y lamerlo con ternura, como era su deber.

El hombre levantó la cabeza y vio aquel rabo movedizo, aquel cargoso, aquel testigo que venía a compadecerlo. Todavía Fido jadeó satisfecho, mostrando la lengua húmeda y oscura. Después de acabó. Era viejo, era fiel, era confiado. Tres pobres razones que le impidieron asombrarse cuando el puntapié le reventó el hocico”.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

SIENTO LUEGO EXISTO: Ética médica - primer asalto.

[“La labor de la ética es discernir qué es bueno y qué es malo. También es la tarea - dicen - de sacerdotes, expertos y padres. Desgraciadamente la tarea de niños y filósofos consiste, precisamente, en preguntar a los sacerdotes, eruditos y padres ¿Porqué?” :-)]

La ética como tal ha coexistido siempre con el ser humano y ha sido causa y consecuencia de intensos y maravillosos debates. Es un rasgo inherente a esa condición que se nos supone de seres racionales, entendidos como “aquellos capaces de obtener información: del entorno a través de la percepción, del pasado por medio de la memoria, y de los informes lingüísticos por medio del conocimiento del lenguaje, así como aquellos capaces de deducir nuevos conocimientos a partir de los adquiridos y de evaluar e inferir preferencias concretas con que guiar la acción a partir de evaluaciones y conocimientos”… buffff, con esa definición entiendo que algún ser racional opte por la vía de la irracionalidad como modo de vida :-)

La ética, por si a algún/a compañer@ médico amnésic@ se le ha olvidado su significado – absurda sensación aguda subjetiva que tengo, lo sé - etimológicamente deriva de la palabra griega “ethos” que quiere decir costumbre, actitud interior de la persona hacia la vida.

No es objetivo de este post hablar de la ética en general sino de la ética médica, pero, a modo de ejemplo e introducción, no puedo aguantar sin colgar aquí uno de los habituales dilemas éticos que suele plantear el contemporáneo Peter Singer en sus conferencias y que a mi tanto me gusta para abrir turno de polémica. Peter Singer tiene la habilidad de plantear analogías entre decisiones cuyas consecuencias espantosas estamos todos de acuerdo y decisiones aparentemente más benignas que, en su opinión, son parecidas desde un punto de vista ético. Plantea, por ejemplo, que uno puede ganar dinero para comprarse un nuevo televisor vendiendo a un niño sin techo a una corporación que utilizará sus órganos para trasplantes – eso, estamos todos de acuerdo, es una barbaridad inadmisible. Pero, en contraposición, plantea también que, cada vez que compramos un televisor en vez de donar el dinero a una organización que protege a los niños sin techo de las mafias de los trasplantes, estamos haciendo exactamente lo mismo. ¿A que da qué pensar cuando plantea este tipo de cosas? (Del libro “Platón y un ornitorrinco entran en un bar” de Thomas Catchcart y Daniel Klein).

Mucha gente “occidental” puede pensar que la Ética Médica arranca en el siglo V – IV a.C. con el famoso juramento Hipocrático – juramento clásico que tod@s l@s médicos recién licenciad@s juramos esencialmente cumplir en el ejercicio de nuestra profesión – pero, siendo justos con la historia universal (y es que el mundo no es sólo Occidente), fue ya en la Mesopotamia del siglo XVIII a.C. cuando Hammurabi escribió los ocho artículos de su conocido Código, incluso con referencias halladas en tablillas de arcilla datadas 200 años antes.

Miremos donde miremos, la realidad es que todos estos preceptos, y algunos más contemporáneos, promulgan por regla general valores perennes para la práctica de nuestra profesión y de la relación médico-paciente: el respeto por la vida, no hacer daño, ser reservado, ser grato.

Yo sé que es difícil en general ponerse de acuerdo en algo, y si además intentamos ponernos de acuerdo en qué es lo que está bien y qué es lo que está mal, la tarea se vuelve harto difícil, lo sé, pero si, prácticamente todas las religiones del mundo, han conseguido, curiosamente, ponerse de acuerdo en lo que se viene a llamar en ética “la regla de oro”, no comprendo porqué no lo hemos de conseguir l@s médicos. El cristianismo, el hinduismo, el budismo, el Islam, el judaísmo, el confucianismo, la religión bahaí, el agnosticismo…todas promulgan en sus textos el cumplimiento de esa regla de oro. Incluso el artículo VI de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano que hizo la Asamblea Nacional Francesa en 1789 postrevolución lo estableció: “No hagas al otro lo que no quieras que te hagan a ti”, esa es la regla.

Sólo pido una cosa a mis compañer@s: podemos discutir o no sobre cualquiera de las cuestiones éticas – clásicas o nuevas – que la práctica de nuestra profesión plantea cotidianamente a la hora de tratar a un/a paciente, podemos llegar a ponernos de acuerdo o no, pero, por favor, tened o tengamos la capacidad de ponernos en el lugar del/de la paciente y de no hacer – o dejar de hacer – nada que no nos gustase que nos hicieran a nosotr@s mism@s, sólo eso…tan difícil y fácil al mismo tiempo. ¡Consigámoslo!

Seamos responsables en nuestro trabajo. Somos médicos del cuerpo y del alma de l@s pacientes. Hace ya tiempo que se sabe que las enfermedades no tienen un origen sagrado ni punitivo por algo mal que el/la paciente haya hecho. Hace ya tiempo que se sabe que los medicamentos no los creó Dios. Hace ya tiempo que el/la médico dejó de ser considerad@ como una especie de mag@ o chamán, como el brazo armado de Dios en la tierra, de estar por encima del bien y del mal y totalmente protegid@ de determinadas leyes humanas – sean estas justas o no.

El/la paciente no es un/a incapacitad@ mental. No estamos por encima de él/ella. No le perdamos el respeto. No nos perdamos el respeto a nosotr@s mism@s con nuestro quehacer cotidiano. Intentemos ir a dormir con la conciencia tranquila cada noche sabiendo que cada un@ en su puesto laboral ha asumido y cumplido con sus respectivas responsabilidades. Es un trabajo de equipo. Tod@s somos necesari@s. No debería de haber imposiciones por simples motivos jerárquicos (imposiciones, estas, que yo veo como reflejo de las propias inseguridades de l@s que las imponen). El respeto profesional se gana, no se impone. No es un trabajo cómodo el nuestro, pero es nuestra elección (y ya trataremos el tema vocacional o no de la medicina otro día).

Y no quiero decir con todo esto que el paciente no tenga sus obligaciones. Tienen su parte de responsabilidad. El cumplimiento de esta regla de oro ha de ser recíproco, no todo son derechos y no sólo tienen derechos…también esto será motivo de otro post en mi blog.

Primera parte, me acabo de acordar, perdón :-) Aquí me paro por hoy. Habrá segunda, tercera y no sé cuantas partes más sobre este tema de la ética médica. Ética médica en general, pero sobre todo en mi especialidad de la medicina de urgencias, porque es la que conozco y con la que lidio cada día. Habrá más partes porque me preocupa la deshumanización de la medicina, porque me preocupa la realidad de l@s que afirman ser médicos como un medio cualquiera de tener un sueldo a final de mes...habrá más porque me preocupa mi profesión.

Para relajarnos un poco, acabo con dos variantes humorísticas de la ya famosa regla: 1.-”No hagas a los demás lo que te gustaría que te hicieran a ti, tal vez tengan otros gustos” (George Bernard Shaw) y 2.- “Hazlo bien y no mires con quién” (Anónimo)…mmm…más de un@ debe de aplicar esto, si no soy incapaz de entender determinadas actitudes o toma de decisiones :-)

Último apunte: planteo una cuestión que yo no sé contestar de manera sencilla…¿qué es mejor: un/a médico no lo suficientemente preparado/a para un determinado puesto de trabajo pero que por lo menos es médico como si eso fuera una especie de salvoconducto (mmm) o dejar la plaza/turno laboral sin cubrir? ¿El hecho de poner a es@ médico no suficientemente preparad@ traspasa la responsabilidad de los posibles errores por omisión o acción al/a la propi@ médico o también hay responsabilidad del/de la que l@ contrata?¿Es ético cubrir una plaza sea como sea porque así se ha cumplido el objetivo?...mmm...ahí dejo el debate abierto. Yo no tengo las respuestas.

Sigo siendo responsable de las opiniones escritas por mí en este espacio.
Un saludo y muchas muchas gracias por leerme :-)

PD: “Me gustan los reincidentes porque no cambian de idea”…mmm...¿y en el ámbito de la medicina también?

PD: ¡Si no tienes nada que hacer, por favor, no lo vengas a hacer aquí en la medicina!

PD: Lo prometido es deuda…dedico este post a aquell@s que están viendo el documental de "los ornitorrincos, los perezosos y las zarigüeyas: esas grandes atletas de la naturaleza"…ell@s ya saben a quienes me refiero ;-)

jueves, 30 de octubre de 2008

EL OMBLIGO: EL ORIGEN Y EL PRINCIPIO DE LA VIDA

(Científicamente así es: el ombligo es el origen y el principio de la existencia de cada un@ de nosotr@s...¿Estarán de acuerdo los Obispos?)

Hoy quiero empezar compartiendo un cuento*, que CASUALMENTE viene a cuento con el post de hoy. Much@s de vosotr@s ya lo conoceréis – ¡espero sorprender a alguien por lo menos! – en todo caso me ha parecido una forma diferente y tierna de centrar un tema tan frívolamente tratado estos días por la Santa Iglesia. [*La recopilación de cuentos cortos es una de mis pasiones. Siempre encuentro alguno que no conozco y que me sorprende. Espero con ilusión cada edición del concurso de relatos hiperbreves que acaba originando un libro recopilatorio según la selección del jurado].

LA HABITACIÓN DE AL LADO – Luis de Val: “No podía moverse demasiado pero se sentía cómodo ¿O debía decir cómoda? La verdad era que su identidad sexual no le quitaba el sueño. Y sobre todo lo reconfortaba aquella música clásica, cuya melodía llegaba a percibir, aunque su escasa cultura no le permitía distinguir quien era. Todo le sonaba muy parecido y más que a la música, él atendía principalmente a las vibraciones que pudieran transmitirle las melodías. Al principio, de todo lo que sucedía en la habitación de al lado, lo que más le sobresaltaba eran las voces: una más fina, más delicada, como más próxima; otra más ronca, más profunda, muy diferente. Había silencios largos. Dilatados silencios donde no se escuchaba nada y momentos de estrépito casi ensordecedores. Primero empezaban las voces y luego se añadían ruidos de todo tipo, como si tuviera lugar un terremoto, como si el mundo estuviera a punto de acabarse. La costumbre, la repetición de las cadencias: silencio – voces – estrépitos, le fue tranquilizando a la vez que aumentaba su curiosidad por saber como era y que estaba sucediendo en la habitación de al lado. Notó también, aunque sin alarma, que el lugar dónde se encontraba parecía estrecharse, a no ser que él hubiera aumentado de tamaño – cosa que tampoco le importaba…porque se sentía cómodo, muy cómodo, rodeado de líquido amniótico, mientras en la habitación de al lado, a través del vientre de su madre, escuchaba las notas de Mozart, aunque todavía no supiera quien era Mozart” :-)

En efecto: ¡hoy hablamos de niños! Niños aún no nacidos, recién nacidos, embriones que si son niños o no lo son, adultos con sotana que parecen niños…Hoy hablamos de bebés etiquetados “medicamento” según la Santa Madre Iglesia o, mejor dicho y seamos justa, según algunas personas que pertenecen a la Santa Madre Iglesia – en la que también, y gracias a Dios, hay voces disonantes.

Me permito, para empezar, acompañar a Javier, el bebé etiquetado medicamento desde antes siquiera de nacer, de otros motes para bebés según la manera o para qué fueron concebidos. Copiando entre comillas a la siempre admirada Elvira Lindo, le podrían acompañar: “bebés ogino, bebés descuido, bebés borrachera, bebés salva-matrimonios, bebés sustituto-del-hijo-que-se-nos-fue, bebés violación, bebés penalti, bebés anti-soledad, bebés ella-se-empeñó, bebés deseados, bebés se-me-pasaba-el-arroz, bebés inseminados”, bebés que-llaman-al-cura-tío-cuando-todos-los-demás-lo-llaman-padre, etc., etc. ¿Os imagináis?

Estos días, que he tenido tiempo CASUALMENTE de leer plácidamente la prensa cada día, han ido impactando en mi retina frases como:

- “Los obispos, a través del Presidente de la Conferencia Episcopal Española, condenan con dureza la selección de embriones para curar a otro bebé: Siempre recelosa de los avances científicos (en su día condenaron el uso de la anestesia en los partos por el mandato bíblico de “parirás con dolor”) la jerarquía eclesiástica dice que esta selección somete la vida humana a criterios de pura eficacia técnica y reduce la dignidad de la persona a un mero valor de utilidad. Para seleccionar a ese embrión se han desechado a sus herman@s por no ser útiles desde el punto de vista técnico”
- “Yo he salvado una vida y he creado otra ¿Qué más se me puede pedir?”.
- “No dan ninguna opción. Según los obispos, haga lo que haga cometo un asesinato”.
- “¿Es más ético no hacer nada? ¿En que moral cabe no hacer todo lo posible por salvar la vida de tus hijos? Encuentro absurdo no curarlos por los embriones – preembriones, mejor dicho – que puedan quedarse por el camino. Que no nos ataquen como si estuviéramos matando a alguien. No es así. Porque esta historia de lo que trata es de la vida”

….Mmm…El anacronismo* de la Iglesia me altera [*anacrónico: que está en desacuerdo con la época presente o que no corresponde a la época en que se sitúa]. Están cometiendo lo que los expertos y filósofos llaman el crimen perfecto: el asesinato de la realidad. ¡Están defendiendo con preocupante fanatismo su verdad como si fuera la única verdad en este mundo!…¡Respiro hondo!

No quiero alterarme. Espero no alteraros tampoco. Hagamos un ejercicio: cambiemos la onda. Operemos primero y apliquemos después 500mg de filosofía + 500mg de humor cada 8h al tema y a ver como responde este especial paciente al tratamiento :-)

Perlas (por no llamarlas cálculos) que he encontrado al usar el bisturí:

1.- La Primero Epístola a Timoteo (1 Timoteo, Capítulo 3) recoge los requisitos de los obispos. Textualmente:
- Palabra fiel: «Si alguno anhela obispado, buena obra desea».
- Pero es necesario que el obispo sea irreprochable, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar;
- que no sea dado al vino ni amigo de peleas; que no sea codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro;
- que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad
pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?;
- que no sea un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo.
- También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo.

2.- Siguiendo los consejos paulinos a Timoteo (1 Tm 3, 1-8), el Código de Derecho Canónico de 1983 en su canon 378, establece que, para la idoneidad de los candidatos al episcopalado, se requiere que el interesado sea, textualmente:
- Insigne por la firmeza de su fe, buenas costumbres, piedad, celo por las almas, sabiduría, prudencia y virtudes humanas, y dotado de las demás cualidades que le hacen apto para ejercer el oficio de que se trata.
- De buena fama.
- De al menos treinta y cinco años.
- Ordenado presbítero al menos cinco años antes.
- Doctor, o al menos licenciado, en Sagrada Escritura, Teología o Derecho Canónico por un instituto de estudios superiores aprobado por la Sede Apostólica, o al menos verdaderamente experto en esas disciplinas.

3.- Para ilustrar lo absurdo pero divertido de los argumentos filosóficos por analogía, y por que viene a cuento: Tres estudiantes de ingeniería están discutiendo acerca de que tipo de divinidad debió de diseñar el cuerpo humano:
- Dios debe ser ingeniero mecánico – dice el primero – mira las articulaciones.
- Pues yo pienso que debe ser ingeniero eléctrico – afirma el segundo – el sistema nervioso tiene miles de conexiones eléctricas.
- En realidad estoy convencido que es un ingeniero de caminos – asegura el tercero – ¡quien sino sería capaz de hacer pasar una tubería de vertidos tóxicos a través de un área de recreo! :-)
(Del libro: Platón y un ornitorrinco entran en un bar - Thomas Catchcart y Daniel Klein)

4.- El matemático y filósofo francés del siglo XVII Blaise Pascal sostuvo que decidir si creemos en Dios o no es en el fondo como formular una apuesta. Si optamos por comportarnos como si Dios existiera y, al final, resulta que no existe, tampoco pasa nada. Bueno a lo mejor perdemos la oportunidad de disfrutar de lo lindo cometiendo alguno o todos los Siete Pecados Capitales, pero eso es calderilla comparado con la alternativa. Si apostamos porque Dios no existe y termina resultando que sí, nos habremos quedado sin el premio final, sin la dicha eterna. Por lo tanto, según Pascal, la estrategia de vivir como si hubiera un Dios es mucho mejor (Esto es lo que se llama apuesta pascaliana).
(Del libro: Platón y un ornitorrinco entran en un bar - Thomas Catchcart y Daniel Klein)

5.- “El Mundo” (Cuento de Augusto Monterroso): Dios todavía no ha inventando el mundo, está imaginándolo, como entre sueños. Por eso el mundo es perfecto pero confuso.

STOP que me estoy embalando…¡Vamos, como para que Javier decida libremente ser sacerdote de mayor!

Espero haber conseguido reacciones – sonrisas, enfados, asombros, las que sean – después de la lectura de este, más que nunca, caótico post, y espero no haber conseguido molestar a nadie con el libre ejercicio de mi libertad de expresión.

¡Un saludo!

PD: “El propósito de la ciencia no es abrir las puertas a una sabiduría eterna sino ponerle límites a los errores eternos” (B. Bredit)

PD: Para los despistad@s: ¡hay cambios en el blog!. Léase: reloj especial que marca el paso del tiempo, lista de parte de mis libros de ensayo preferidos, frases al final de la página... ;-)

viernes, 24 de octubre de 2008

VIVIR ES UNA MARAVILLOSA CASUALIDAD: El porqué de este título.

Tengo un problema: soy médico. Tengo una virtud: soy mujer :-) Empiezo así porque son dos de las cosas más importantes que han marcado y siguen marcando irremediablemente mi vida, y que me temo van a marcar este blog :-)

De lo primero me contagié, aunque suene a tópico, de bien pequeña cuando me regalaron – a petición mía, creo recordar – uno de esos disfraces de larga bata blanca con cofia y todo. Seguí infectándome irremediablemente durante lo que ahora es la ESO y el Bachiller, que en mi época se llamaba EGB y BUP/COU (¡que mayor me hace sentir este cambio de siglas!). Y a estas alturas de mi vida ya es una “enfermedad” inexorable y tengo asumido, con muchísima pasión, que incurable :-)

De lo segundo, que le vamos a hacer, nací así GRACIAS a la primera y más preciosa de las CASUALIDADES: un espermatozoide concreto, entre todos los millones que circulaban ese día por esos aproximadamente 12 cm que mide normalmente un cuello uterino, consiguió pasar con éxito cada una de las barreras y dificultades que el óvulo pone de por sí espontáneamente (y es que lo femenino siempre lo está poniendo difícil) y fecundarlo. Pero además ese espermatozoide resultó que no llevaba carga Y (masculina), porque – aprovecho ya para decirlo – ¡es el espermatozoide el que determina el sexo del futuro bebé! El óvulo es siempre femenino (¡y es que desde la más íntima de nuestras células ya empezamos marcando terreno las mujeres!). El espermatozoide o lleva carga masculina (Y) o no la lleva, y si no la lleva sale una mujercita. No creáis que, si nos paramos a pensarlo, no tiene guasa la cosa: o sea, que, como decía un profesor que tuve en primero de medicina, ni siquiera para el desarrollo más inicial de una mujer se necesita el cromosoma Y tan masculino ¡que ataque a la masculinidad lanza la ¿sabia? naturaleza! :-) (Cierto es que creo que lo dijo para ganarse al público mayoritariamente femenino de mi promoción).

Y lo llamo CASUALIDAD porque lo normal (entendido como lo más frecuente) es que no se logre la fecundación. Millones y millones de células masculinas y femeninas se “pierden” en los intentos de quedarse embarazada conscientemente. Eso si, inconscientemente las “reglas de la CASUALIDAD” son otras: como os hayáis olvidado de tomar una de las pastillitas anticonceptivas, o, por las prisas, el tema del preservativo se haya olvidado o esté mal colocado, o creáis que estáis protegidas por que estáis dando de mamar al bebé que hace poco acabáis de tener…ese día, sí, ese día no falla la rara CASUALIDAD y os quedáis embarazadas sin que lo quisierais :-) (No entro a comentar aquí en mi presentación el tema de la fecundación in vitro, de la selección del sexo del bebé o demás métodos de fecundación artificial tan de actualidad hoy en día. Hablaré del tema, claro, porque atañe a esa CASUALIDAD “natural” y este blog trata de eso precisamente: de las CASUALIDADES de la vida. Hablaré porqué no puedo dejar de hacerlo tras leer las declaraciones del Presidente de la Conferencia Episcopal Española. Y sobre todo hablaré porque soy médico, porque soy mujer y porque hay libertad de expresión...creo).

Aquí iré escribiendo sin orden ni concierto todo lo que me llame la atención por CASUALIDAD, lo que me sorprende y que hace mi vida merecedora de ser vivida. Hablaré de cosas graciosas, de cosas indignantes, de cosas profundas, superficiales, de medicina, de lógica, cosas curiosas…Con algunas estaré/emos de acuerdo, con otras no, pero eso es precisamente la vida tal cual la entiendo yo.

No quería acabar esta primera aportación al blog sin nombrar otras CASUALIDADES. CASUALIDADES, éstas, serias, reales y que me toca vivir a diario por mi trabajo. CASUALIDADES que son otro de los motivos del porque he titulado este blog “Vivir es una casualidad”. CASUALIDADES que “juegan” con la vida misma, sin bromas.

Me refiero a esa sucesión de hecho casuales que “determinan” que una persona que tiene un accidente o cualquier tipo de problema de salud siga viviendo o no. Y es que seguir vivo es una CASUALIDAD. La cadena de CASUALIDADES que determinaran si seguirás viv@ o no es larga e iré desgranándola poco a poco en este espacio caótico pero, de momento y a modo de resumen, pensad: Si tienes algún problema serio de salud, depende, entre otras cosas,
  • De dónde te pase: no es lo mismo perdido en el campo que en una gran ciudad,
  • De a que hora te pase: nos guste o no, la realidad es que no hay la misma respuesta de noche que de día, ni el mismo movimiento de gente que pueda avisar si ve que pasa alguna cosa,
  • De quien regule tú llamada al sistema de emergencias que te corresponda llamar: tema espinoso este que será motivo de largo desarrollo por mi parte. Baste decir de momento, para los no iniciados en el tema, que regular significa, o debería de significar, saber que preguntar ante cualquier tipo de petición de socorro, para decidir rápidamente que tipo de recurso enviar optimizando aquellos de los que disponemos,
  • De que equipo llegue a atenderte: este tema no es que sea espinoso…puede llegar a ser moral y éticamente conflictivo – aceptando como acepto la posibilidad del error humano,
  • De a que hospital te lleven o te puedan llevar según la patología que presentes – que a veces no es el más cercano,
  • De a que hora llegues a ese hospital, que equipo te atienda una vez allí…

…y esta cadena sigue y sigue. ¿Realmente vivir no es una maravillosa CASUALIDAD? Porque a todo esto hay que añadir más CASUALIDADES: haciendo el mismo y correcto tratamiento para igual enfermedad grave, un determinado paciente responde y otro no y se acaba muriendo (y es que no hay enfermedades sino pacientes). Y otra más: un día a una hora concreta decides ir por esa calle y no por la que siempre pasas, te cae un trozo de cornisa, y te mata…o ese día te dan un tirón, caes mal, te golpeas en la cabeza y te mueres…¡¡Cuántas CASUALIDADES!!


En fin que aquí empiezo, así empiezo y espero poder seguir mientras siga casualmente viva. Esta es la manera que he encontrado de hablar de lo que vivo, como podéis leer en la frase que aparece debajo del título del blog. Este es mi refugio frente a un exterior que me sobrepasa. Os invito a disfrutar junt@s de esta CASUALIDAD que es nuestra vida, mientras sigamos aquí, y es que “la salud es un estado precario del hombre que no promete nada bueno” (Guido Ceronetti – El silencio del cuerpo) :-)


Un saludo a tod@s y ¡bienvenid@s a mi refugio!

Aviso: Guillermo de Occam – teólogo del siglo XV – formuló un principio de economía conocido como “la navaja de Occam” que viene a decir algo así como que la teoría no debe ser más compleja de lo necesario, o sea, que hablemos claro y conciso. Prometo hablar claro, suelo hacerlo…pero lo de conciso l@s que me conocen ya saben que lo llevo peor, tened paciencia :-)


PD: ¡Gracias Rax! Sin ti esta CASUALIDAD no estaría siendo posible ;-)

PD: Pido perdón por errores de presentación y de redacción. Poquito a poco iré dominando, haciendo mío este espacio y personalizando el blog…si sigo casualmente viva, claro :-)