viernes, 3 de diciembre de 2010

LA VISTA. EL OPIO NATURAL DE LOS SENTIDOS


Miraros fijamente al espejo, dice Diane Ackerman en su libro “Una historia natural de los sentidos”, libro en el que está basado este artículo. Sobre ella recaen todo el mérito redaccional e interés que podáis encontrar en él. El desmérito y desinterés, si aparecen, son culpa mía.

Los humanos tenemos ojos (¿sólo los ojos?) de animal predador. Los animales predadores tienen los ojos colocados en la parte delantera para tener visión binocular de su presa. Son como unos prismáticos. Las presas, por contra, tienen los ojos colocados a los lados de la cabeza para tener visión periférica y ver mejor los peligros.

Hoy quiero dedicar este post a ese especial sentido que para mí es la vista. A priori son cosas fáciles de decir, pero yo sostengo frecuentemente que podría acostumbrarme, creo, a casi todo lo que me tenga deparado la vida – en temas de enfermedad – menos a vivir sin vista y/o quedarme tetrapléjica. Hoy me apetece escribir, en una época como esta de bombardeo de imágenes virtuales que nos pueden hacer dudar de si lo que estamos viendo es o no “real”, sobre una de las maravillas de la evolución biológica que es la capacidad de ver y de mirar. Vayan por delante mis más sinceras disculpas por la tardanza inusual de este post. En ocasiones lo que quieres hacer no lo puedes hacer cuando quieres…porque ni siquiera llegas a poder hacer lo que tienes que hacer obligatoriamente…mmm…¿obligada por quién o por qué?

Para la mayoría de los humanos, al contrario que para otros animales, el mundo alcanza su mayor densidad informativa cuando lo analizamos por medio de los ojos. El 70% de los receptores sensoriales del cuerpo convergen en los ojos. Lo sabemos bien, inconscientemente: solemos cerrar los ojos cuando besamos apasionadamente para no distraernos y sentir ese beso, y cuando nos gusta alguien, queremos que nos vea con buenos ojos.

Empecemos por el principio. Hace muchos muchos años, en los antiguos mares (que, dicho sea de paso, son los mismos que los de ahora), los seres vivos desarrollaron un trozo de piel sensible a la luz. Herencia de esos inicios salados es que nuestros ojos necesitan estar constantemente bañados en agua salada. Por eso tenemos párpados. Por eso no los tienen los ojos de los peces: no los necesitan porque ya los tienen constantemente mojados. De ahí al famoso trilobites y a los modernos ojos eléctricos o a las lentes sincrónicas hay un suspiro temporal, comparado con lo arduos y largos que fueron esos principios.

Etimológicamente también las partes del ojo tienen su historia y, a mi modo de ver, su atractivo. Iris, por ejemplo, viene de la palabra griega utilizada para designar el arco iris. Pupila viene del latín “pupilla”, que significa”muñeca pequeña”, porque cuando los romanos miraban a los ojos de la gente se veían reflejados en pequeño.

Vivimos en un mundo de luces y sombras, reales y psicológicas. Ciento veinticinco millones de delgados bastoncillos interpretan la oscuridad y dan sus informes en blanco y negro. Siete millones de conos regordetes examinan el día brillante y colorido, aunque a veces no nos lo parezca. En décimas de segundo el mensaje llega a la corteza visual del cerebro y adquiere sentido. Es ahí dónde vemos. Es ahí dónde vemos, tal cual un teatro imaginario, escenas – reales o no – con todo lujo de detalles, como si las estuviéramos viendo en ese momento, aunque tengamos los ojos cerrados.

Mirad a vuestros pies. Estáis sobre el cielo. Cuando queremos mirar el cielo tendemos a levantar la vista, pero el cielo en realidad empieza en la tierra. Caminamos por él, gritamos en él y lo inhalamos hasta lo más profundo de los pulmones. Comenzando por la tierra, y estirándose en todas direcciones, el cielo es ese espeso medio flexible en el que vivimos. Desfilando por el cielo, una nube rinoceronte se transforma en un perfil humano, en un plato de cortadas de melón o en un dragón [Dra. A, ¿esto tiene algún significado psiconalítico del que tenga que preocuparme? ;-)]. Nubes redondas: el clima será ventoso. Nubes moteadas: lloverá. Nubes bajas, espesas y oscuras: se acerca un frente frío de tormenta. Detrás de todo esto hay miles y miles de horas de observación, de mirar el cielo…mirando al suelo.

Para l@s observador@s de ocasos: cuando se pone el sol, en ese mismo sitio en el que se hunde poco a poco en el mar, y durante un solo instante, una diminuta chispa verde brilla durante un segundo. Se llama “rayo verde” y es muy difícil de ver. Intentad localizarlo. ¡A ver quién lo consigue...y mientras tanto os dejo la foto que encabeza este artículo!

¿Por qué el cielo es azul?, preguntábamos de pequeñ@s. Cuando la luz del sol choca contra los átomos de los gases que forman la atmósfera, y contra las partículas de polvo y humedad del aire, se desprende la luz azul, la luz más potente del espectro visible. Si lo viéramos desde el espacio exterior, el aire parece negro porque no hay partículas de polvo que dispersen la luz azul.

Otras “visiones” astronómicas curiosas: la luz del Sol tarda unos ocho minutos en llegar a la Tierra y que la veamos…y la luz de la estrella polar salió de ella en tiempos de Shakespeare. Para ver el mejor arco iris, un truco, colocaros con el sol de espaldas y ya bajo en el cielo. Incluso siento deciros que esa maravillosa luz de la luna no es propia, la toma prestada…lo que, a mi modo de ver, no le quita encanto.

Si sabemos mirar, encontramos pistas. Si encontramos un árbol en terreno abierto con musgo a un lado del tronco, lo más probable es que ese lado apunte al norte. También se puede mirar la copa de los pinos que, en general, apunta hacia el este.

Seguimos con los colores. Cuando la luz da sobre un coche rojo en nuestros ojos se reflejan solo los rayos rojos y decimos que efectivamente ese coche es rojo. Los otros rayos los absorbe la pintura del coche. Cuando la luz da sobre un buzón azul, el azul es reflejado y decimos que es azul. Es decir, el color que vemos es siempre el reflejado, el que no es absorbido. Vemos el color rechazado de forma que, cuando decimos que una manzana es roja…es de todos los colores menos roja.

Los científicos saben desde hace mucho que ciertos colores desencadenan una respuesta emocional determinada en la gente…que me lo digan a mi y a mis colores de pelo :-)

¿Y esa (horrible) costumbre de vestir a los niños de azul y a las niñas de rosa? Pues viene de antiguo. El nacimiento de un varón era un motivo de celebración que prolongaba el nombre de la familia. El azul, color del cielo dónde vivían los dioses y los destinos, tenía poderes especiales para dar energía y alejar el mal. De ahí a que a los bebés varones se los vistiera de azul para protegerlos hubo un suspiro. Más tarde una leyenda europea dijo que las niñas nacían dentro de delicados capullos de rosa…y rosa para las señoritas [Recordadme que les cuente esto a mis sobrinas…todo sería rosa para ellas, y prometo que sin condicionarlas desde la cuna jeje].

Los osos polares no son blancos, son claros. Su piel transparente no contiene un pigmento blanco, pero su pelaje arroja gran cantidad de diminutas burbujas de aire que refractan el blanco de la luz solar y hacen que registremos el espectáculo como una hermosa piel blanca. Lo mismo pasa con las plumas blancas del cisne o las alas blancas de algunas mariposas.

Los animales han desarrollado colores para atraer, disfrazarse o camuflarse. Un buen ejemplo es el pingüino: es blanco en el pecho, de modo que puede confundirse con la palidez del cielo cuando es visto desde abajo en el mar, y negro en la espalda, de modo que puede fundirse con la oscuridad del mar cuando es visto desde arriba. Como no corren mucho peligro por parte de los predadores terrestres, su atractivo aspecto de dos tonos no es peligroso cuando están descansando en la costa. Y es que el color, como lenguaje silencioso, funciona tan bien que la mayoría de los animales lo utilizan…y no olvidemos que el ser humano es un animal :-)

¡Magia! Cuando en una feria o en un circo aparecen valientemente con un caimán, le hacen dar media vuelta en el aire. Cabeza abajo los caimanes no pueden enfocar y el mundo se le vuelve un conjunto confuso de imágenes. No son capaces de atacar.

Los científicos han tomado fotografías a través de los ojos de los animales. Me gustaría poderlas ver. Ver el mundo desde el punto de vista del espectacular ojo de una mosca o de un camaleón, por ejemplo. ¿Podría mi idolatrado Jorge Wagensberg organizar una exposición temporal al respecto en Cosmo Caixa?

Amantes del cine, además de que los finales de película no existen en la vida real (siento ser yo quien os lo diga), también tienen truco. Cuando miramos una película en realidad estamos mirando una pantalla en blanco durante mas o menos la mitad de la función. El resto del tiempo hay muchas fotografías que se proyectan una tras otra, cada una ligeramente diferente pero relacionada con la precedente. El ojo humano pierde el tiempo suficiente sobre cada fotografía como para enganchar con la siguiente y así nos parece un cuadro único en movimiento. El ojo insiste en enlazar las imágenes separadas. Para una abeja, acostumbrada a una sucesión de imágenes de 300 por minuto, cualquier película sería como una proyección lenta de diapositivas.

Momento artístico. Se han descubierto muchas cosas sobre los problemas de visión de algunos artistas. Van Gogh, aunque es más conocido por el episodio de cortarse la oreja, también bebió keroseno y comió pintura. Algunos investigadores piensan que ciertos rasgos estilísticos de este pintor pudieron no ser distorsiones intencionadas sino el resultado de una enfermedad o, en realidad, consecuencia de la intoxicación por los disolventes de pintura y resinas que utilizaba. No hay que olvidar que trataba su epilepsia con digital (¿?), cuya intoxicación produce visiones en amarillo verdoso.

Los colores brillantes con los que pintaban algunos pintores contenían, en su momento, metales tóxicos como cobre, cadmio y mercurio. Los vapores tóxicos pudieron pasar fácilmente a la comida porque con frecuencia trabajaban y vivían en el mismo cuarto.

Incluso Trevor-Roper se ha atrevido a describir la personalidad miope. Son personas que por su defecto de visión sólo tienen acceso al mundo inmediato y son más introvertid@s. Además, el mecanismo que produce la miopía (elongación de la pupila) también altera la percepción de los colores y los rojos aparecen mas definidos. Las cataratas, incluso, pueden afectar a los colores y hacer que estos se confundan y enrojezcan a la vez. Recordad la creciente fascinación por los rojos del miope Renoir, o en el Monet con cataratas, que tuvo que rotular sus colores y ponerlos en orden en su paleta para no confundirlos, y que, después de operarse, retocó los “extraños colores” que veía en muchos de sus cuadros.

Maravilloso, personal y relativo sentido de la visión :-)

¡Un saludo para tod@s!

martes, 12 de octubre de 2010

MUNDOS DE SABORES – PORQUE A ALGUN@S LES GUSTA EL PICANTE


Hace unos días, en una de esas frecuentes ocasiones en que me suelo auto-invitar a cenar en casa de algun@ de mis sufrid@s amig@s para disfrutar de comida casera bien cocinada (soy una superviviente en ese aspecto), y no sé aún si con afán disuasorio ;-), me vi enfrentada a un aliño casero de wasabi (una especie de pasta verde oriental) calificado por mis anfitriones como “no picante”.

A mi modo de ver no podía existir el wasabi no picante, lo preparasen como lo preparasen. El wasabi no es que sólo pique, es que consigue dejarte la boca insensible para el resto de la comida y te obliga a beber tal cantidad de líquido que, además, consigue, si lo has tomado para cenar, que no puedas dormir seguido por las veces que te has de levantar a hacer pipi por la noche…y, en efecto, ese wasabi no picante, picaba :-)

Y de ahí nació la idea para este artículo: porque a algun@s no les pica lo picante y a otr@s sí…y, lo prometido es deuda, os lo dedico con todo mi cariño, D y R, avisándoos, como ya habéis podido comprobar, que, si pretendía ser disuasorio, no lo conseguisteis :-)

Cromosomas 5p15 y 7. Ahí está la clave. Ahí están localizados los genes responsables de la densidad de papilas gustativas que cada un@ tiene. Según eso, quedamos irremediablemente clasificad@s en superdegustador@s l@s que tienen dos alelos dominantes, muchas papilas gustativas, y son muy sensibles a los sabores picantes –, degustador@s medi@s – un alelo dominante y uno recesivo y moderadamente sensibles a los sabores picantes –, y no degustador@s – dos alelos recesivos, muy pocas papilas gustativas, y con una reacción mínima a los sabores picantes.

Como dice Nabhan en su libro “Por qué a algunos les gusta el picante”, de donde está sacada la información para este artículo, esto es un fascinante ejemplo de la interrelación de genes, hábitats, cultura y experiencia individual.

Más allá de quedar englobad@s genéticamente en uno de los grupos y de evitar o no según que sabores que, por experiencia, aprendemos que no nos gustan, el ser superdegustador/a, degustador/a medi@ o no degustador/a puede llegar a condicionar muchas más cosas que el simple dolor o placer por comer determinados alimentos. Ahí van algunos datos:

- Al/a la no degustador/a, por ejemplo, le pueden llegar a gustar tanto las crucíferas (coles de Bruselas, brócoli…) que pueden llegar a ingerir tantas de estas plantas, portadoras de goitrinas e isotiocianatos, que terminan por interferir en el metabolismo del yodo que puede hacer crecer el tiroides con síntomas parecidos al bocio.

- L@s superdegustador@s notan más el dulce, son más sensibles a una lesión en la lengua y notan más las grasas de las comidas.

- Hay una mayor proporción de no degustador@s entre las familias propensas al alcoholismo.

- L@s superdegustador@s tienden a rechazar las naranjas amargas, ricas en naringina, compuesto químico preventivo reductor de algunos tipos de cánceres. L@s no degustador@es están así protegid@s contra determinados tipos de cáncer, pero sin olvidar que el consumo de chile se ha asociado a cáncer de estómago.

- Además las mujeres mayores superdegustadoras tienden a ser de bajo peso, tienen menos colesterol “malo” y más del “bueno”. Quizá sean más sensibles a padecer determinados tumores, pero está claro que tienen menos riesgo en cuanto a las enfermedades cardiovasculares.

Momento de comentar un curioso y carcajeante estudio real. Whipple y sus colegas estudiaron durante años el efecto analgésico de la autoestimulación genital en las mujeres, y se dieron cuenta que varios factores anulaban la sensación de placer que algunas obtenían del orgasmo. Las investigadoras conjeturaron que el consumo crónico de chile podría anular el sistema de endorfinas de modo que las comedoras de chile serían menos tolerantes al dolor. Para confirmar esta hipótesis, en 1989, Whipple llevó a cabo en Xalapa (el corazón del país de los comedores de chile) uno de los estudios científicos más difíciles que se conocen en cuanto a conseguir una muestra válida. Reclutó 25 mujeres mejicanas de 22 a 50 años de edad para estudiar en ellas los efectos de su autoestimulación vaginal en el alivio del dolor. Tras un cuestionario exhaustivo, las dividió en tres grupos: consumidoras crónicas de chiles, consumidoras medias de chiles, y no consumidoras. Llevó entonces a cada mujer a un sillón reclinable y les pidió que se autoestimulasen mientras la aguda punta de un analgesiómetro Ugo Basile les iba presionando poco a poco [El analgesiómetro Ugo Basile es un aparato estándar para medir la tolerancia al dolor].

Whipple y su equipo confirmaron su hipótesis: las consumidoras crónicas de chile acumulaban tanta capsicina en su torrente sanguíneo que sus reacciones al dolor no se mitigaron con la anestesia producida durante el orgasmo. Por el contrario, las mujeres con aversión al chile experimentaron plenamente los efectos analgésicos de la autoestimulación, con el placer ocultando el dolor :-)

Pensemos ahora en una sala de Urgencias cualquiera (deformación profesional, lo sé). Como sabemos los trabajadores del sector, los individuos de diferentes orígenes étnicos reaccionan de formas decididamente distintas al dolor. Y aunque podría ser que esas reacciones estén en parte culturalmente programadas, otros elementos quizá se deban a la interacción gen-dieta…¿hacemos el estudio? :-) [Como le pasó al escritor del libro, desde que leí esto, cada vez que veo escenas así me viene a la cabeza este estudio de Whipple :-)]

Juegos de palabras: Dolor y placer, chiles y sensación de ardor, dice el autor. Todo está misteriosamente relacionado en nuestros corazones, nuestras mentes y nuestros estómagos. Pensemos si no cuando nos calentamos por alguien. Incluso los mejicanos apodan al pene con los nombres de diferentes tipos de chile, pero sus mujeres se quejan cuando se apaga el fuego de sus amantes. En ocasiones tenemos problemas para distinguir cuando hemos sido chamuscad@s o cuando la relación todavía echa chispas.

Pero ¿en que beneficia a una planta de chile que los mamíferos experimenten una sensación ardiente cuando prueban sus frutos? Para dar con la respuesta a esta pregunta, el propio Nabhan y su equipo se desplazaron al escarpado cañón cercano a la frontera Méjico – Arizona. Casi todas las plantas de chile de esa región son tan delicadas que deben buscar refugio bajo la sombra de arboles más grandes con el fin de protegerse del clima extremo del desierto y de los pisotones de los grandes herbívoros. Encontraron que cuatro quintas partes de los chiles que sobrevivían residían bajo un solo tipo de cubierta protectora, el almez.

Pero si los almeces no representan un elevado porcentaje de la vegetación que cubre el cañón, ¿cómo han conseguido las semillas de chile dispersarse hacia ellos porque "aprendieron" que ahí sobreviven con mayor frecuencia que bajo otros árboles más abundantes en el cañón? Josh Tewksbury montó varias cámaras de video encima y debajo de estos árboles nodrizas almeces para captar en película quien esparcía las semillas de chile por los alrededores.

Los videos identificaron a varias aves como dispersadoras de chile de la región. A finales del verano e inicios del otoño, algunas de estas aves ansían el caroteno, vitamina que se encuentra en altas concentraciones en los chiles, porque hace que aumente la intensidad del color de su plumaje cuando les crecen nuevas plumas después de haberlas mudado en verano y antes de su migración a finales de otoño. Esas aves gastaban una cantidad enorme de tiempo escogiendo chiles, volando luego hacia arriba bajo los almeces, proporcionando un medio casi perfecto para que las semillas de chile se dispersaran bajo sus sombras, bien porque se caían mientras los comían, bien porque salían intactas por las heces tras la digestión. Y es que las aves rara vez sienten el picor de los chiles.

Lo curioso del caso es que los mamíferos no participaban en esa dispersión. Y es que, como se demostró en el laboratorio, si el chile fuera comido por un mamífero, las semillas se podrían destruir entre sus dientes o en sus intestinos y perderían la posibilidad de germinar. Quizá por eso suelen sentir inmediatamente aversión a ellos. Es lo que acuñaron con el término “disuasión dirigida”. El arsenal químico de los chiles funciona para disuadir a los mamíferos incluso de tratar de dispersar las semillas, dado que es improbable que gracias a ellos lleguen a un lugar seguro para establecerse y germinar. Al mismo tiempo, por dispersar los chiles, las aves, que no destruyen sus semillas cuando se los comen, son recompensadas con la dosis de caroteno y otros nutrientes que necesitan y están por ello fisiológicamente adaptadas al consumo de capsicina. Y todo por unas pequeñas diferencias moleculares en la vía de transmisión del dolor entre aves y mamíferos (estudio de Jordt y Julius).

Pero esto sigue… ¿Por qué los humanos eliminamos el sentido innato que se supone compartimos con el resto de mamíferos y seguimos comiendo chile haciendo caso omiso de señales genéticamente programadas durante cientos de miles de años de evolución que nos advierten evitar tales irritantes e inflamatorios bucales?...esto también tiene respuesta pero será motivo de otro artículo, que no quiero cansaros :-)

Espero que mi objetivo haya quedado sobradamente cumplido: lo que llega a dar de si un aliño de wasabi que no pica pero sí que pica :-)

Un último detalle: mientras leía sobre este tema, estaba comodamente instalada en una terraza tomándome un antojo (chocolate negro calentito con leche condensada…mmm) y, automáticamente, me pedí un granizado de limón. Confirmado: soy degustadora media :-)

¡Un saludo a tod@s!

domingo, 5 de septiembre de 2010

RETRATO DE MUJER LEYENDO


[Antes de nada, mis más sinceras disculpas por la tardanza. Cosas del ritmo lento del verano y mi desconexión tecnológica...pero tengo casi acabados tres artículos más escritos a mano, así que espero resarciros :-)].

Dos casualidades que tienen mucho que ver con mi artículo de hoy:

• Programación de TCM del 17 julio 2010: “Fahrenheit 451”. Película futurista de François Truffaut estrenada en 1966, basada en la novela homónima de Ray Bradbury de 1953, que trata de un mundo sin libros, en el que son los bomberos los encargados de quemarlos. 451ºF es la temperatura a la que arden. Tiene la curiosidad añadida, además, que sus créditos son orales y no aparecen letras escritas, en concordancia con el mensaje de la película.

• Noticia aparecida en La Vanguardia el 23 de julio 2010: La norteamericana Patti Smith, musa del rock y el punk, actúa hoy en Porta Ferrada en Sant Feliu de Guixols, cerca de Blanes, donde vivió su admirado Roberto Bolaño a quién hoy dedicará una canción…y que acabó con la inesperada colaboración en directo del hijo guitarrista del desaparecido escritor.

Me explico :-)

¡Impresionante! ¡Felicidades! A ver si soy capaz de reflejar parte de la información, sensaciones e imágenes con las que volví empapada de Palencia, sede del Curso de verano de la UNED “Retrato de mujer leyendo” (12 al 16 Julio 2010), dirigido, magistralmente, por las profesoras de Historia de Arte de la UNED Amparo Serrano de Haro Soriano y Victoria Soto Caba.

Lo tenía claro: necesitaba hacer algo que me oxigenara la cabeza y que no tuviera que ver con la medicina. En cuanto entré en la Web de los cursos de verano de la UNED – donde estoy cursando Antropología, como sabéis – los ojos se me fueron directos a este título (primer gran acierto de las directoras). Con la importancia que yo le doy a los títulos cuando leo y escribo – unas veces con más y, las más, con menos acierto – no podía dejar de llamarme la atención. Como mis amig@s dijeron, era un curso que estaba hecho para mí pues soy mujer y ávida lectora (dejaremos de lado la parte del retrato, que una conoce sus limitaciones por muy buen@ que sea el/la retratista o el programa de tratamiento de imágenes de turno).

Me estimuló – mucho – la presentación: abordar, en el marco de la Nueva Historia Cultural, la iconografía de la mujer leyendo desde una perspectiva multidisciplinar y la trascendencia que los libros tuvieron en la formación de las distintas imágenes de la mujer. Me disuadía – no tanto – el que no sé nada de Arte, de Literatura, de Historia, de Bellas Artes, de Música o de Cine, más allá de lo que una estudiante de ciencias puras como yo pueda saber por la formación básica recibida hace ya demasiados años. Ganó el impulso del corazón, como suele pasar en mi caso, y me quedará para siempre el recuerdo imborrable de lo allí visto y escuchado.

Primera dificultad: imposible desgranar aquí todo el contenido sin que este artículo resulte, seguro, demasiado largo, incluso para lo que os tengo acostumbrad@s (detalle del que no creais que no soy consciente). Para que os hagáis una idea, cada una de las clases magistrales que recibimos hubiera dado por si misma para un curso específico, a cada cual más interesante. Pido disculpas por los errores que pueda haber y por lo que me dejo por citar de todo lo que se dijo.

Primer mensaje: que te guste leer implica adecuar tu realidad y tu entorno para poder llevar a cabo esa actividad (esa pasión). Has de tener, entre otras cosas, un mobiliario adecuado al gusto de cada un@, luz correcta, y organizar tu tiempo y jornada de trabajo.

Primeras recomendaciones de lectura: “Las mujeres que leen son peligrosas” de Stefan Bollman, “Historia de la lectura” de Alberto Manguel y los cinco tomos de “Historia de la vida privada” de George Duby y Philippe Aries. [Primeros y agradables “deberes”: me faltan por leer los últimos cinco tomos…y tengo mucho que estudiar :-)]

Torbellino de mensajes: Tres tipos de mujeres lectoras: nobles, las que habitan en los conventos y las que leen de manera cotidiana. Cuadros de lectura interrumpida (me encantó el concepto). Cuadros de mujeres pensativas con un libro en la mano que no están leyendo. Mujeres lectoras pintadas de espaldas como aislándose del mundo. Mujeres pintadas leyendo cartas. Naturalezas muertas con libros, casi exclusivas de Van Gogh. La curiosa historia de la Virgen siciliana de las letras, única virgen – junto a la Anunciación – que está leyendo. Efecto de la Contrarreforma en el desarrollo de la mujer lectora. Importancia de la autorizada lectura en voz alta de las mujeres viudas. La historia de Sor Juana Inés, mujer lectora que se hizo monja para poder huir de las convenciones sociales y así seguir leyendo y estudiando (y es que solo las más fuertes se hacían monjas, el resto se casaban). La exhibición del libro en determinados cuadros como símbolo de orgullo, como mostrando esa conquista ante las limitaciones sociales que les imponían. El uso del dedo como señal, como queriendo transmitir que voy a seguir leyendo en cuanto acabes de pintar este cuadro. El intento de control de las lecturas permitidas en los conventos y sus efectos reales no valorados por los censores, entre ellos un nuevo cuadro clínico llamado Melancolía religiosa o pena de Adán. El rico desarrollo de personajes femeninos en el teatro barroco. El esfuerzo de Erasmo para que la mujer accediera a todo tipo de lecturas. La defensa de la mujer por parte de Lope de Vega, Tirso de Molina y Calderón. Leyendo a escondidas. George Sand. Emilia Pardo Bazán. Emily Dickinson. Elisabeth Von Arnim. Pinturas de mujeres estiradas en el suelo de un jardin o en la tierra, abandonando un libro. Leer es una decisión política, entendiendo politica como organización de la vida cotidiana. Keith Miller. Marilyn Frenh. “La cámara sangrienta” de Angela Carter. “Indigo” de Marina Warner, reescritura de “La tempestad” de Shakespeare. “Heredarás la tierra” de Jane Smiley, reescritura de “El Rey Lear” de Shakespeare. Rockeras al pie de la letra y ese impactante video con una rockera cantando "Cumbres Borrascosas" en inglés. Las mujeres y el libro en el cine. Mujercitas. ¿Quién teme a Virginia Wolf? Significados de la escena de leer en la cama. Leer partituras. Lectura de cartas, mensajes o recados. Papel de las bibliotecas en el cine. Película “La lectora”. La aparición de Jane Fontaine leyendo un libro en “Sospecha” de Hitchcok. Películas sobre escritoras y que antes fueron lectoras: “Mas extraño que la ficción”, “ Ricas y famosas”, “Swiming Pool”, Katherine Tremel – protagonista de Instinto básico – que es escritora. Películas biográficas de mujeres escritoras. El gusto de retratarse con un libro en la mano de Carmen Martín Gaite. Pase de la pelicula "Fahrenheit 451" y coloquio...

Espero que no os parezca desordenado y sin contenido, sobre todo para los que no habeis hecho el curso. Prometo que saldrán varios artículos de toda esta tormenta de conceptos. Poco a poco que estoy arrancando :-)

Y ya para acabar, otra casualidad, quizá limítrofe, pero fue leerlo y recordar flashes de este maravilloso curso: "Pintar entre lineas. Arte y Literatura", precioso ensayo de Jesús Marchamalo, publicado en su libro recopilatorio "Las bibliotecas perdidas". Trata de esa doble faceta de los pintores que escriben y de los escritores que pintan, así como de la relación de los pintores con el mundo de los libros. William Blake, George Sand, Nerval, Hans Christian Andersen, Gustavo Adolfo Becquer, Lorca, Dali, Alberti, Victor Hugo, Warhol...

Dice, a este respecto, dos cosas a destacar Estrella Diego, profesora de Historia del Arte de la Universidad Complutense de Madrid y escritora:

1.- “Pienso en un niño que escribe su primera letra en un cuaderno; en realidad, ¿qué hace?, ¿o qué cree estar haciendo?, ¿escribir?, ¿pintar? Antes de que la educación se encargue de explicar que son cosas distintas, los niños seguramente piensen que escribir y pintar es lo mismo. Pintura y literatura son mundos de expresión muy cercanos, de modo que no es extraño encontrarse con estos casos de doble militancia".

2.- “Yo creo que toda pintura es literaria, incluso la abstracción. ¿Se puede mirar un cuadro sin que te cuente una historia? Ante un cuadro, de algún modo, verbalizas un texto en tu cabeza, y por tanto cualquier motivo sirve para construir una historia".

Quizá, Victoria y Amparo, ¿podría salir de aquí otro curso de verano? :-)

¡Un saludo a tod@s!
PD: El cuadro del principio de este artículo es, como no podía ser de otra manera, el de "Joven mujer leyendo un libro en la playa" de Pablo Picasso.

jueves, 8 de julio de 2010

ATOMOS, ENLACES…Y LA VIDA MISMA


Leyendo sobre física, química y sobre los tipos de enlaces (“El canon” de N.Angier) no he podido evitar seguir adelante con la extrapolación que para la vida cotidiana ya insinúa la autora. Voy a intentar ordenar mi cabeza (cosa harto complicada) y a ver como queda :-)

La base de nuestra existencia son los átomos. Todo y tod@s somos átomos enlazados con más o menos fuerza.

Los átomos están compuestos de un núcleo (con protones y neutrones) y de una serie de órbitas que lo rodean, donde están los electrones. Los protones (por un caprichoso convenio que data de la época de B. Franklin) tienen carga positiva, los neutrones no tienen carga, y los electrones tienen carga negativa. Pero lo importante no es el signo arbitrario de esa carga sino que la carga de uno contrarresta la de otro…y el electrón se siente irremediablemente y fatalmente atraído por el protón. Digo fatalmente porque nunca lo alcanzará y está condenado a dar interminables vueltas a su alrededor porque si se para caerá automáticamente atraído hacia el núcleo, los átomos estallarán como pompas de jabón…y no existiríamos ni nosotr@s ni el mundo que nos rodea.

En esta atracción fatal los electrones describen incansables órbitas alrededor del núcleo, pero lo hacen a más o menos velocidad según lo excitados que estén [no me digáis que no hay miles de similitudes con la vida diaria de cada un@ de nosotr@s :-)]. Eso sí, cada electrón tiene su sitio y sólo puede circular por la órbita que tiene asignada…órbitas que aceptan, para más inri, un número fijo de electrones, variable según esté más o menos cercana al núcleo (las órbitas más externas aceptan 8 electrones casi siempre).

Pero los electrones tienen una posibilidad en este cortejo: cuando un átomo es bombardeado, por ejemplo, por un haz de luz, un electrón puede conseguir desplazarse entre órbitas, con la única condición, eso sí, que estas órbitas tengan sitio disponible.

Por si esto no fuera poco, encima los electrones se repelen entre si, lo que hace que los átomos mantengan una prudencial distancia entre ellos. Esta hostilidad electrónica es lo que hace que el viaje alrededor del Sol merezca la pena. Esa antipatía que sienten unos electrones por otros es la que nos protege del vacío.

Los átomos – como las personas – son muy suyos y sólo forman enlaces compartiendo los electrones de su órbita más externa. De ahí para adentro (salvo en el interior de una estrella) no entra nadie… ¿os suena?

Los electrones, despechados, sienten una inquietud innata por romper el aislamiento de los más de cien elementos de la tabla periódica uniendo y desuniéndolos por medio de enlaces…y de eso se encarga la química: de estudiar, hacer y deshacer esos enlaces.

En teoría todo el material necesario para construir lo que sea esta ahí en algún lugar de la tabla periódica. Solo hay que descubrir dónde está eso que queremos crear, que elementos deberían asociarse y bajo que condiciones.

El enlace más frecuente y simple es el covalente, en el que dos átomos se asocian para compartir dos o más electrones pura y simplemente por comodidad. Estos átomos no necesitan más electrones en sus órbitas externas y están compensados, pero como tienen sitio para más, se sienten más realizados si están llenos. Pueden ser átomos del mismo elemento [2 átomos de Oxígeno que forman el O2] o pueden ser átomos de elementos diferentes [un átomo de Nitrógeno – N – con 5 electrones en su capa externa y un átomo de Oxígeno – O - con 6, se unen y forman el NO, gas tóxico en grandes dosis pero utilizado juiciosamente por el cuerpo humano para tareas tales como la relajación de los músculos, la lucha contra las bacterias, el envío de señales al cerebro o la hinchazón de los genitales durante la excitación sexual].

En general, los elementos enlazados son más estables y menos reactivos desde el punto de vista químico. Es como el que está casado y se le considera cogido. Sin embargo, a diferencia (o no) del matrimonio entre las personas, no es monógamo. Eso sí, cada uno tiene su límite romántico, es decir, el máximo de compañeros con los que puede unirse simultáneamente (a eso se le llama la valencia del elemento, que viene del latín “valentia” que significa poder o capacidad). Cuanto más cerca está un elemento de llenar sus huecos, más estable y menos depredador se vuelve [el nitrógeno – N – puede unirse a otro nitrógeno compartiendo sus tres pares de electrones externos formando una sustancia muy duradera que es el N2 líquido, que suele ser la sustancia química escogida para almacenar a largo plazo diferentes bienes médicos como el esperma o las pruebas del escenario de un crimen].

Otro tipo de enlace es el iónico, que es el que se da entre iones positivos y negativos (átomos que han perdido o ganado electrones en su orbital más externo). Los elementos positivos, propensos a perder electrones, son aquellos que tienen menos en su órbita externa, y al revés los propensos a quedar cargados negativamente [por ejemplo el sodio – Na – que sólo tiene un electrón en su órbita externa y tiende a perderlo en favor del cloro – Cl – al que sólo le falta un electrón para saciar sus 8 huecos disponibles. Así se crea la sal].

Otro tipo de enlace es el metálico, en el que los electrones son compartidos entre diversos átomos al más puro estilo socialista.

Además de estos tres enlaces fuertes, hay dos tipos de enlaces débiles que unen grupos de moléculas o de compuestos iónicos: el enlace por puente de hidrógeno y el enlace de las fuerzas de Van del Waals.

Si el oxígeno – O – de cada molécula de agua – H2O – fuera la cara de Mickey Mouse, y cada hidrógeno – H – fuera una oreja, resulta que cada par de electrones que tienen en común cada uno de los enlaces covalentes no está compartido del todo y los electrones tienden a pasar más tiempo cerca del núcleo del O que del H. Como consecuencia de esto, las orejas tienen una ligera carga positiva y la parte inferior de la cara una ligera carga negativa. La molécula está polarizada. Si ponemos varios Mickey Mouse juntos se irán atrayendo barbillas con orejas. Es por esta fuerza por la que las plantas, por ejemplo, pueden beber agua y esta puede llegar a la copa de los árboles. Es también por esta fuerza por lo que el agua es el disolvente universal [si mezclamos sal – NaCl – con agua – H2O – la parte polarizada positiva (las orejas) tenderá a ir hacia los átomos negativos de Cloro – Cl – y la barbilla hacia los átomos positivos de sodio – Na – poniéndose la molécula de agua en medio de la de sal y disolviéndola].

El otro enlace débil es el que se produce mediante las fuerzas de Van der Waals. Es el enlace menos potente de todos.

A los electrones, como ya hemos dicho, no les gustan los otros electrones (algo homofóbica esta realidad desde mi punto de vista). Cuando los átomos o moléculas están muy cerca sus electrones tienden a pasarse de un lado de la nube a otro en un intento de evitar aglomeraciones y en busca de parcelas en las que pueden sentir mejor la atracción de los protones. Esta característica contribuye a que muchas sustancias permanezcan unidas débilmente.

Dos ejemplos: la arcilla y el lápiz.

La arcilla está constituida por láminas formadas por diferentes átomos (silicio, aluminio, oxígeno, hidrógeno, calcio, nitrógeno y hierro principalmente). En el interior de cada lámina los átomos están unidos mediante enlaces covalentes fuertes, pero cada lámina se une a su contigua por medio de fuerzas de Van der Waals. Por eso es tan fácil coger un poco de arcilla con el dedo…pero no desenganchársela del propio dedo sin un detergente.

El lápiz es de grafito, un mineral formado por un gran número de láminas de carbono pegadas gracias a las fuerzas de Van der Waals. Dentro de cada lámina actúan, como en el caso anterior, las fuerzas covalentes. Al escribir o al dibujar rompemos esa fuerza débil y quedan láminas en el papel.

Y voy a lo que interesa: con este versátil reparto de enlaces podemos cubrir todas las necesidades y situaciones de la vida:

- Nuestros esqueletos están formados por enlaces iónicos entre calcio, fósforo y otros átomos.

- La mayor parte de nuestro tejido corporal está formado por compuestos unidos por enlaces covalentes. Somos el 60% de agua y cerca de 2/3 partes de nuestro peso seco está formado por carbono – C. Puede que el agua sea el disolvente universal, pero el carbono es el esparadrapo de la vida. Tiene un orbital externo con 4 electrones y 4 huecos para alquilar. La flexibilidad del enlace molecular covalente que nos proporciona carbono comestible y oxígeno respirable es esencial para la vida.

- Hay enlaces tipo puente de hidrógeno uniendo ambas hélices de ADN. Lo mismo pasa con las proteínas. Deben de tener determinadas formas para poder hacer sus tareas celulares, pero a la vez ser maleables y sinuosas. Esas formas se las dan los enlaces tipo puentes de hidrógeno.

- Por último las fuerzas de Van der Waals, que son las que mantienen unidos los tejidos blandos. Las diferentes capas de nuestros tejidos, nuestros odiados depósitos de grasa y los surcos de nuestro cerebro se mantienen unidos por estas fuerzas. Por eso es tan fácil deslizar un bisturí o un cuchillo asesino por los tejidos.

Esto sería eterno. Aquí me paro y os dejo, espero y deseo, pensando en todas las similitudes, ya dichas y sobre todo no dichas, que de este post se desprenden para nuestra vida cotidiana.

Un abrazo covalente para tod@s :-)

viernes, 11 de junio de 2010

NO PODEMOS PENSAR EL MUNDO ENTERO DE UNA VEZ – UN PORQUE PARA LA INCOMPRENSION


Mmm…no sé si lo voy a conseguir, pero voy a intentar plasmar por escrito la tormenta de ideas que me danzan por la cabeza y, sobretodo, voy a intentar que me comprendáis, aunque ya aviso que no es un post fácil de seguir…¿quizá por el título? :-)

Creo empezar a entender porqué – valga la redundancia – no nos entendemos, cuando, en ocasiones, hablamos el mismo idioma.

Para entendernos hace falta utilizar el lenguaje, parto de esa premisa…quizá ya errónea, no sé. Vaya por delante decir que por lenguaje yo entiendo no solo el habla, sino todos los símbolos que hay alrededor de cualquier tipo de comunicación verbal o no. Es visión antropológica, no lo puedo evitar. Me vienen dos preguntas a la cabeza: ¿Habré decidido profundizar en este tema de la incomprensión como consecuencia de la enorme dificultad que me está causando entender la asignatura de Antropología Lingüística este año?¿Me servirá para ordenar determinadas informaciones? [Gracias a Alejandro Duranti, en el que baso muy buena parte de este artículo, y que está consiguiendo, sin que pueda llegar a saberlo nunca, mantener vivo mi estímulo para ahondar todo lo que me de el verano en esta asignatura. Si luego consigo aprobarla, perfecto, si no, seguro que habré pasado un buen verano porque como esto lo hago por placer, además de por estudiar regladamente otra carrera, nadie va a poder quitarme ese beneficio].

Las lenguas son parte de la vida de los pueblos, a la vez que son instrumentos de comunicación y de representación del mundo. Cada lengua hay que estudiarla en el seno de la vida social donde se desarrolla. Las lenguas permiten construir las identidades individuales y colectivas. Son instrumentos, marcos y recursos de la cultura, siempre referidas a un tiempo y espacio determinados. Son una serie de estrategias simbólicas que forman parte del tejido social y de la representación individual de mundos posibles o reales. Relacionan sistemas culturales y otras formas de organización social. El lenguaje es dinámico, desempeña un papel esencial en la creación de maneras singulares de estar en el mundo.

Se parte del principio teórico de que las palabras – mis queridas palabras que tanto me gustan y que intento mimar – importan, pero también del hallazgo empírico de que los signos lingüísticos son representaciones del mundo y conexiones con el mundo que no son nunca neutrales, sino que se utilizan constantemente para la construcción de afinidades culturales y también de diferencias culturales.

Pero estas diferencias no están solo en los códigos simbólicos que las representan (no están solo en sustituir un sonido por otro o una palabra por otra) sino que se ponen también de manifiesto por actos concretos de habla, por la mezcla de palabras con acciones y por la sustitución de las palabras por acciones. Hay que prestar atención tanto a lo que se dice como a lo que no se dice. Cuando pensamos en lo que se dice, en oposición a lo que no se dice, establecemos un fondo contra el que evaluamos lo dicho.

Eso sí, no podemos pensar el mundo entero de una vez, como dice el título. Hay que intentar entender que los modos en que pronunciamos las palabras en un momento determinado proporcionan un punto de vista, un modo de reflexionar sobre el mundo y sobre la naturaleza de la existencia humana [Ya lo decían los filósofos antiguos: “Los seres humanos son solamente criaturas que piensan sobre si mismas pensando”]. Pero el lenguaje es más que una herramienta reflexiva con la que intentamos encontrar sentido a nuestros pensamientos y acciones. A través del lenguaje penetramos en un espacio que ha sido en parte construido a nuestra manera, un mundo en el que algunas distinciones parecen importar más que otras, un mundo en el que cada opción que elegimos es parcialmente contingente con lo que ocurrió antes y contribuye a la definición de lo que ocurrirá después.

El interés por las lenguas reside en que los hablantes son vistos como actores sociales, en que el lenguaje es condición y resultado de la interacción social. El lenguaje es mucho más que esa visión gramática formal que lo define como un sistema abstracto de reglas para la combinación de elementos discretos pero carentes de significado (fonemas), que forman unidades significativas (morfemas), que, a su vez, se combinan en unidades de más alto nivel (palabras, proposiciones, oraciones). Hay que intentar comprender, además, el papel y el lugar que ocupan las formas lingüísticas y sus contenidos en la vida individual y colectiva de las personas.

La Antropología Lingüística interpreta el lenguaje como medida de nuestras vidas. Tiende a centrarse en el discurso situado. Intenta entender porqué, además de hacernos cognitivamente iguales por tener todos los humanos la capacidad de hablar, el lenguaje permite crear, y crea, distinciones entre grupos, individuos e identidades.

El lenguaje es la herramienta intelectual más flexible y poderosa que los seres humanos hemos creado. Tiene capacidad de reflejar el mundo, incluido el mismo lenguaje. Todo pasa porque un lenguaje determinado permita a sus hablantes articular en un sistema lo que hacen con las palabras en la vida corriente. El lenguaje es el encargado de proporcionar las interpretaciones de los hechos y, para ello, es importante convertirse en un experto analista del discurso. Pero no solo eso, también hay que entender qué pretenden los hablantes en esa interacción concreta, qué es lo que ellos consideran significativo, a qué prestan atención y con qué fines. Deberíamos crear una especie de Unidades de Análisis para poder interpretar al que habla…pero el problema es como encontrar conceptos analíticos que sean coherentes con la perspectiva del/de los que está/n hablando sin convertir a cada hablante en alguien con nuestras propias preferencias analíticas. Al final hay alguien que habla y alguien que escucha, claro, pero todo pasa principalmente por qué dice, como lo dice y en que contexto, para que yo encima entienda su mensaje siempre bajo mi interpretación porque yo soy mi propio contexto. ¡Así lo fácil es no entenderse!

Vaya, y para acabar, que no es lo mismo textos y versículos que versos y testículos…a ver si así se me entiende mejor :-)

Creo que, en efecto, necesito un descanso :-)))

¡Un saludo a tod@s!

domingo, 9 de mayo de 2010

AL FINAL (Y AL PRINCIPIO) EL TAMAÑO SI QUE IMPORTA


[“El hombre tiene que ser del tamaño del problema en que se mete” – Anónimo]

Había empezado a escribir sobre otro tema – El porqué de la incomprensión, aún hablando el mismo idioma – pero una conversación con una amiga sobre los quarks y los espacios negros (vamos, la típica conversación de café jeje), ha hecho que recuperara una magnífica exposición de Natalie Angier al respecto a ver si lo entiende mejor que con lo que yo le dije. Ya volveré sobre la incomunicación, que, desgraciadamente, va a seguir ahí :-)

Pretendo con este artículo hablar de lo muy pequeño y de lo muy grande. De cómo el tamaño es un tónico para nuestra humildad. De lo absurdo que es que el ser humano insista antropocéntricamente en imponer su ley. De las verdaderas dimensiones de la naturaleza.

Si miramos para arriba en una noche despejada y sin contaminación lumínica, partimos de la base de que tan sólo contemplamos unas 2500 estrellas de los 300.000 millones que pueblan nuestra Vía Láctea, y que probablemente existen otros 100.000 millones de estrellas en el Universo, más allá de nuestra Vía Láctea.

Los Reyes solían creer que algunas partes de sus cuerpos poseían proporciones lo suficientemente divinas como para merecer su adopción como unidades de medidas estándares. El emperador romano Carlomagno declaró en el siglo IX que la longitud de su pie sería desde entonces el pie. Según esta medida, el emperador podía presumir de medir 7 pies de altura. Tres siglos más tarde, el monarca británico Enrique I decretó que la yarda sería el equivalente a la distancia entre su nariz y la punta del dedo mediano, con el brazo totalmente extendido. Los romanos siempre dispuestos a pasear, concibieron el concepto de milla como la distancia que puede recorrer un hombre al hacer 1000 pasos.

El sistema métrico – adoptado por todos los científicos y por casi todos los países – es defendible por su belleza, basada en los factores 10. ¿Cuántos milímetros hay en un centímetro, cuántos centímetros en un metro y cuántos metros en un kilómetro? La respuesta es 10, 100 y 1000, respectivamente. Pero, ¿cuántas pulgadas hay en un pie, en una yarda, y cuántas yardas hay en una milla? La respuesta es 12, 36 y 1760. Natalie Angier tiene la ligera sospecha, aunque no lo ha podido demostrar, de que lo que realmente impide a los países anglosajones adoptar el sistema métrico es el campo de fútbol americano y su sagrado valor cuantificado en 10 yardas.

Mil son tres ceros, es decir, 10 elevado a 3. Cien mil son 5 ceros, 10 elevado a 5. Un millón, 10 elevado a 6…y así sucesivamente. La décima parte de una décima es una centésima y se escribe 10a la -2. La décima parte de una centésima es una milésima, 10 a la -3. El micro, 10 a la -6…etc.

En una décima de segundo encontramos el abrir y cerrar de ojos. Cinco milesimas de segundo (5 x 10a la -3 segundos) es lo que tarda un tipo de salamandra mejicana en lanzar su lengua de color malva y atrapar a su presa. En un microsegundo (10 a la -6 segundos) los nervios pueden enviar al cerebro un mensaje doloroso y la luz puede atravesar la distancia correspondiente a tres campos de fútbol americano. Los ordenadores más rápidos realizan sus cálculos en picosegundos (10 a la -12 segundos).

Los físicos, con ayuda de los aceleradores de partículas, consiguen generar rastros de quarks. Estas partículas duran un picosegundo – una billonésima parte de un segundo – hasta que se desintegran. Sin embargo en ese tiempo el quark tiene tiempo de completar un billón (10 a la 12) de diminutas órbitas. En comparación nuestro planeta Tierra ha completado en sus 5000 millones de años de existencia tan solo 5 x 10 a la 9 órbitas alrededor del Sol, y se espera que realice otros 10.000 millones de vueltas antes de que el Sistema Solar se desintegre.

Los científicos miden los sucesos más breves que se pueden cronometrar en attosegundos, una trillonesima parte de un segundo, es decir 10 a la -18 segundos. Un electrón tarda 24 attosegundos en completar una vuelta alrededor del núcleo del átomo de hidrógeno…un viaje que repite aproximadamente 40.000 billones de veces cada segundo. Hay más attosegundos en un minuto que minutos han existido desde el nacimiento del Universo.

Si hablamos del tamaño del tiempo terrestre, la maquina del tiempo concebida por Kip Hodges es su favorita. Imagina a la Tierra (alrededor de 4500 millones de años de antigüedad) como un ser humano con una esperanza de vida de 75 años. Según este cálculo, en el que doce meses es el equivalente a 60 millones de años, tenemos un bebé Tierra que engordó muy rápidamente. Al año de edad ya había terminado la condensación del disco planetario que rodeaba al Sol y había alcanzado su tamaño actual gracias a la adición de trozos de metales y rocas. Un mes o dos más tarde ya había arrojado de sus entrañas una espesa atmósfera de dióxido de carbono, vapor de agua, azufre, metano y algunas pequeñas cantidades de otros elementos, creándose una mezcla que permitió que el agua líquida se quedara en las cuencas de los cráteres de la superficie en vez de evaporarse hacia el espacio. Al comienzo de su adolescencia, la Tierra hizo lo que no debería hacer ningún adolescente humano: dio nacimiento a las primeras formas de vida. Apenas ocho o diez semanas después del parto, algunas variedades de bacterias empezaron a escupir oxígeno hacia la atmósfera. Sin embargo, no fue hasta los 73 años de edad – hace unos 700 millones de años – cuando pudo contemplar la aparición de organismos multicelulares. Llegó hasta los 72 años – casi en el final de su vida – para que aparecieran los primeros dinosaurios, y el primer simio no nació hasta mayo o junio del último año de su vida. El moderno Homo Sapiens aguardaba el repiqueteo de las campanadas del 31 de diciembre, la agricultura y la cría de animales aparecieron a las 10 de la noche, el primer garabato y el giro de la primera rueda, una hora más tarde. Neil Armstrong pisó la Luna veinte segundos antes de la medianoche.

Podemos ver a la Tierra como un grano de arena. El Sol sería entonces un objeto del tamaño de una naranja situado a 6 metros de distancia, mientras que Júpiter – el mayor planeta del Sistema Solar – sería apenas un guijarro situado a 25 metros en dirección opuesta. Neptuno y Plutón serían un grano más grueso y otro más fino, respectivamente, situados a unos 225 metros de la Tierra.

El Universo es un inmenso lugar vacío. La separación media entre las estrellas del interior de una galaxia es unas 100.000 veces mayor que la distancia entre el Sol y nosotros. La Vía Láctea contiene unos 300.000 millones de estrellas pero están dispersas a lo largo de un abismo que tiene unos 100.000 años luz de diámetro, es decir, la distancia que sale de multiplicar 9,5 x 10 a la 12 kilómetros (que es la distancia que recorre la luz en un año) por 100.000. Un total de 9,5 x 10 a la 17 kilómetros de diámetro. Aún utilizando la escala de antes en que el Sol es una naranja situada a 6 metros de nuestro grano de arena que es la Tierra, el hecho de cruzar la galaxia constituiría un viaje de más de 40 millones de kilómetros.

Si estimamos que hay unos 100.000 millones de galaxias en el Universo, cada una de ellas equipada con unas 100.000 o 200.000 millones de estrellas…hay demasiadas maneras de perdernos en la oscuridad. Las distancias son tan grandes que aunque existiera vida inteligente, oír hablar a una civilización extraterrestre sería totalmente improbable.

“Si la Torre Eiffel representara la edad del mundo, la capa de pintura en el botón del remache de su cúspide representaría la parte que al hombre le corresponde de tal edad” [Mark Twain – Criticando el creacionismo].

Pensemos ahora en la cabeza de un alfiler. Mide 2 milímetros. Comparativamente un cabello humano tiene una anchura promedio de 100 micras, es decir, 100 millones de veces más pequeño que un metro. Por lo tanto, en una cabeza de alfiler cabrían unos 20 cabellos juntos. La mitad del diámetro del cabello humano – 50 micras – representa aproximadamente el límite del poder de resolución natural del ojo humano. Un leucocito humano mide 12 micras de anchura. Caben unos 28.000 en la cabeza de nuestro alfiler. El rinovirus – causante del resfriado común – mide tan solo 3 centésimas de micra de largo, unos 30 nanómetros.

Si abrimos una célula humana encontraremos todas esas biomoléculas que hacen todo el trabajo para mantenernos viv@s durante los 3000 millones de segundos que dura en promedio nuestra vida, unos pocos 10 a la 27 attosegundos. La hemoglobina mide unos 5 nanómetros de diámetro, la sexta parte del tamaño del virus del resfriado. El tamaño de una molécula de glucosa es la sexta parte del de la proteína de hemoglobina, y el tamaño del oxígeno que esta transporta es un tercio del de la de azúcar.

En un nanómetro caben más de 3 átomos, por tanto, necesitaríamos 10 billones de átomos para cubrir nuestra cabeza de alfiler. Casi todo el átomo está vacío. En el núcleo está el 99,90% de su materia. Si pudiéramos deshacernos de todos esos núcleos no pesaríamos más de 20 gramos. Estos 20 gramos corresponden a nuestros electrones, las partículas que describen órbitas alrededor del núcleo. La masa de un electrón es 1/1800 veces menor a la masa de un núcleo. El abismo entre el núcleo y la nube de electrones que le rodea es inmenso, pero mientras que el núcleo representa prácticamente toda la masa del átomo, su volumen representa tan sólo una billonésima parte del volumen total.

Vivimos en un Universo que está ampliamente desprovisto de materia…y a pesar de todo la Vía Láctea resplandece, nuestra hemoglobina continua fluyendo, y cuando abrazamos a un/a amig@ nuestros dedos no se hunden en el vacío del que están llenos nuestros átomos. Si cuando tocamos su piel estamos tocando el vacío, ¿por qué la sentimos tan plena?

Un enorme y gran abrazo "atómico" para tod@s :-)

lunes, 22 de marzo de 2010

CAPILLARIA - LA REALIDAD CARECE DE IMAGINACION


[Capillaria: Reino fantástico de gigantescas mujeres rubias]

“En 1923 un grupo de zapadores ingleses estaba midiendo una zona casi inaccesible del continente africano. Al final de un duro día, ansiosos de volver al campamento base, cayeron en que aún quedaba por medir una pequeña colina. Uno de ellos, el más imaginativo, propuso que terminaran el trabajo más tarde, de regreso en el campamento. Su sugerencia fue aprobada. Armado de un par de tijeras, el cartógrafo recortó de una revista el dibujo de un elefante, trazó su contorno en el mapa, y completó así la colina cuyas medidas nunca fueron tomadas. El monte en forma de paquidermo puede verse aún hoy en el ángulo noroeste de la pagina 17 de la serie cartográfica 1:62,500 publicada por el Real Instituto Geográfico Británico bajo el título: África, Costa de Oro”.

La geografía con la que el Big Bang nos dotó como planeta, incluso como Universo – no por ya totalmente explorado, sino por nuestra propia naturaleza humana – parece que no nos basta para las aventuras que queremos correr. Si que es cierto, como dice Alberto Manguel, que “viajar se ha convertido en confirmar la información de un mapa más que en descubrir nada nuevo”, pero, quizá por eso, y desde siempre en la literatura, l@s escritor@s se han afanado en idear mil y un lugares imaginarios en nuestro ¿pequeño? planeta Tierra, en el Universo. Es como si quisieran así protestar, mucho antes de que empezara la globalización, contra las “burocracias y reglamentos nacionales, contra los pasaportes y fronteras”.

Advertiréis en casi todos los lugares que he elegido para este post, y, si leyerais el libro “Breve guía de los lugares imaginarios” de Alberto Manguel y Gianni Guadalupi en el que está basado, también en la mayoría de ellos, que cada uno de los sitios puede llegar a decir mucho del/de la escritor/a que lo ha inventado…hasta asusta un poco que se ideen algunos de esos lugares en las mentes humanas, aunque estén llenos de típicos tópicos.

Sarragalla: Una de las Islas de la Sabiduría. Consigue aumentar la producción y ahorrar el tiempo. Su economía ha alcanzado el perfecto equilibrio entre la oferta y la demanda con lo que no hay reclamaciones salariales ni huelgas. La gente trabaja por placer. El éxito de Sarragalla se debe a su habilidad para transferir energía de las actividades no productivas a las productivas. Incluso el idioma se ha abreviado para economizar energía, así los discursos políticos no duran más de 35 segundos y las leyes son rápidamente aprobadas por la brevedad de sus textos. Actualmente en el Instituto Experimental se están efectuando investigaciones para masticar por telequinesis y poder utilizar así esa energía sobrante en cortar madera en el otro extremo de la habitación, por ejemplo. La educación se basa en la necesidad de inculcar el respeto por el tiempo de los demás [Alexander Moszkowsky – Die Inseln der Weisheit, Geschichteeiner abenteuerlichen Entdeckungsfahrt. 1922. Escritor alemán amigo personal de Einstein].

Urnos, Nación de los: Situada en las tierras bajas del Vístula. Los urnos viven en un reducido numero de aldeas y están gobernados por un rey que vive en un palacio circular sin ventanas y forrado de piel de camello. Los urnos son muy diestros en el manejo del caballo y del arco y no cultivan la tierra. Todo su idioma consiste en la palabra undr, que significa “maravilla”. En esta palabra todo el que la escuche reconocerá sus trabajos, sus amores, lo que hizo en secreto, las cosas que ha visto, todo [Jorge Luis Borges – Undr, en el El libro de arena. 1975].

Sueños, Isla de los: Isla del océano Atlántico no muy lejos de la Isla de los Impíos. Aproximarse a ella es difícil porque parece que se aleja en la distancia. Su capital, Hipno o sueño, está rodeada de un tupido bosque de mandrágoras y adormideras gigantes. Un río ancho, el Noctámbulo, brota de dos manantiales que se encuentran a las puertas de la ciudad. Los muros de la ciudad son altos y su color es similar al del arco iris. Las puertas son cuatro: dos, una de hierro y otra de bronce, orientadas al valle de la Blandura, y por ellas salen los sueños terroríficos y molestos; las otras dos se abren al mar. Subiendo desde el puerto, el viajero descubre a su derecha el Templo de la Noche. A la izquierda se ve una fuente llamada Amodorrada. Los habitantes se llaman sueños [Luciano de Samosata – Relatos verídicos. Siglo II. Virgilio – Envida. Siglo I a.C. Escritor sirio de habla griega. Uno de los primeros humoristas].

Abdales, Reino de los: Extensa área de la costa septentrional de África cuyas leyes y costumbres pueden parecer crueles al viajero inexperto. En las bodas abdales el personaje principal es el testigo del novio o Ab-Soc-Cor. El día antes de la ceremonia el testigo visita a la novia. Al atardecer se encierra con ella en una pieza oscura y la instruye en lo que son sus deberes sexuales y físicos como esposa, cerciorándose además de que es virgen. Los ritos funerarios se caracterizan por el gran respeto a los muertos. Lavan el cadáver, lo visten con sus mejores galas y le preguntan por la causa de la muerte. Si no contesta lo colocan de pie en un ataúd grande y hondo, el Tou-Kam-Bouk, y le dejan aguja e hilo para que, llegado el caso, remiende su ropa. Llenan luego el ataúd con hierbas aromáticas para conservar el cadáver y lo cuelgan en el dormitorio del finado. Los abdales consideran ofensivo señalar con el dedo. Este gesto solo se utiliza para señalar al Rey a la divinidad. Todo lo demás se señala con el codo [Charles Fieux de Mouhy – Lamekis, ou les voyages extraordinaires d’un egyptien dans la terre intérieure avec la découverte de l’Isle de les Silphides, enrichi des notes curieuses. 1735. Escritor francés del siglo XVIII amigo de Voltaire].

Nazar: País subterráneo dividido en varias provincias o reinos independientes. Para llegar el viajero se dejará caer en una grieta abierta en las montañas, cerca de Bergen, en Noruega. Algunas de las provincias más importantes que debe visitar son: la Isla de la Negra, cuyos habitantes, mitad humanos, mitad instrumentos musicales, piden lo que necesitan en adagio y lo agradecen en allegro; Potu, la provincia de los árboles que hablan y se mueven; Jochtan, donde se admiten todas las opiniones y consideran la tolerancia como la más elevada de las virtudes; y Cocklev, una región dominada por mujeres [Barón Ludvig Holberg – Nicolai Klimii Iter Subterraneum Novam Telluris Theoriam Ac Historiam Quintae Monarchiae Adhuc Nobis Incognitae Exhibens E Bibliotheca B. Abelini. 1741. Escritor danés (nació en Noruega, parte integrante de Dinamarca entre 1380 y 1814) y está considerado el padre de la literatura danesa y noruega].

Alifbay: País de localización incierta donde se haya la ciudad más triste de la tierra. Las fábricas de los barrios del norte de la ciudad producen tristeza, que, una vez envasada, es enviada a todas las partes del mundo. La ciudad se levanta junto al mar de la Congoja donde se pesca el pez taciturno. Aunque este pez constituye la base de la alimentación de los naturales del lugar, se recomienda a los visitantes que se abstengan de comerlo, pues hace eructar de melancolía aunque el cielo esté azul. En Alifay muchos lugares se designan con letras del alfabeto lo que hace que muchos sitios se llamen igual y el viajero debe asegurarse de que el sitio que visita es aquel que deseaba ver [Salman Rushdie – Haroun and the Sea of Stories. 1990].

¡Un saludo a tod@s ... y disculpad el retraso. Espero que vuestra paciencia se vea compensada al leer este artículo, en el que hay algo personal oculto que os animo a descubrir :-)

PD: Ah, se me olvidaba…la historia de Capillaria :-)

Es un inmenso país submarino que se extiende entre Noruega y los Estados Unidos. Ahí viven las Oihas, una raza de mujeres, altas, rubias, con cuerpos angelicales y suaves curvas. Van vestidas con unas capas muy finas y anchas que al caminar permiten ver una piel traslúcida que transparenta los órganos internos. Las Oihas descienden de la primera Oiha, una mujer que se autofecundaba y que perpetúo la especie. Un día decidió, cansada, eliminar de su cuerpo ese pequeño órgano incómodo que la fecundaba y que, desde entonces, siguió viviendo en el exterior con el deseo eterno, pero vano, de volver a unirse a ese cuerpo que lo había expulsado. Ese parásito externo es el bull-pop, una pequeña criatura de 23 a 26 centímetros de largo, cuerpo cilíndrico, rostro humano y cabeza calva llena de chichones.

Las oihas viven rodeadas de muebles comestibles de chocolate o azúcar. Toda su vida se haya centrada en el placer. La sensibilidad es la cualidad más apreciada de su cultura, y todos sus sentidos están sumamente afinados para percibir cualquier mínimo estímulo placentero. Su vida amorosa, una vez expulsado el cansino bull-pop, no tiene nada que ver con la conservación de la especie, sino con el placer, y su lenguaje no pertenece a ningún grupo lingüístico conocido [Frigyes Karinthy – Capillaria. 1921. Escritor húngaro que destacó por su ingenio, sarcasmo e ironía. Aprovecho para recomendar “Viaje alrededor de mi cráneo”. Novela que dedicó al cáncer que acabó con su vida].

viernes, 15 de enero de 2010

VERDE ABEDUL, VERDE BRONCE, VERDE CROMO…UN ARTÍCULO UN POCO VERDE


[“El verde alegra la vista pero sin cansarla” Plinio]

¿Por qué elegí el verde para mi blog? Yo no lo tengo nada claro. Abro el debate, ahí queda :-)

El verde es una mezcla de azul y amarillo, aunque en todas las teorías antiguas de los colores se considera un color primario. El verde es también el color más variable. Solo una pizca de azul convierte el amarillo en verde. En cambio el verde puede contener todos los colores – blanco, negro, marrón o rojo – sin dejar nunca de ser verde. Pero con el cambio de la luz natural a la luz artificial, el verde cambia más que cualquier otro color.

El verde es el color intermedio en las más variadas dimensiones. El rojo es cálido, el azul frio, y el verde es de temperatura agradable. El rojo es seco, el azul moja, y el verde es húmedo. El rojo es activo, el azul pasivo, y el verde tranquilizador. El verde se halla entre el rojo masculino y el azul femenino. Según la teoría de los colores, el verde es complementario del rojo, pero de acuerdo con nuestras sensaciones y nuestro simbolismo, el color que más contrasta con el rojo es el azul. Incluso en este sentido se halla el verde también en medio.

Lo sano es verde, pues verdes son las sanas hortalizas, las verduras. El trébol de cuatro hojas, símbolo de la suerte, es común en las tarjetas de felicitación de año nuevo de algunos países. En otros, para esas fechas, se regalan tarros con uno de esos tréboles en su interior para desear prosperidad.

El verde es el color de la primavera. La primavera significa crecimiento. El verde se convierte entonces en color simbólico de todo lo que puede desarrollarse y prosperar. Con la antigua expresión “el tiempo verde” se hace referencia a una época de florecimiento económico y cultural. De aquel/la que no consigue nada positivo en la vida se dice también que “no se posa en ninguna rama verde”.

También la rana es símbolo de fertilidad. Es verde, pone numerosos huevos y se asemeja a un embrión humano. Por eso desea el rey de los sapos del cuento ir inmediatamente al lecho con la princesa.

La vinculación de verde y fresco la muestra también el propio lenguaje. Madera verde es la madera recién cortada y todavía húmeda. Una “green machine” es una maquina recién salida de fábrica. “Grüne Hochzeit” [bodas verdes] se llaman en Alemania a los aniversarios de boda que aun no celebran las de plata. A una canción antigua pero que nunca pasa de moda se la llama “evergreen” (siempre verde).

El verde junto al azul (el llamado turquesa) resulta especialmente refrescante. Es el color favorito de las piscinas y de todos los accesorios de baño que deben causar una impresión de frescor. Pero no siempre lo verde está ligado a lo fresco. El pan que se ha puesto verde produce precisamente sensación contraria.

En la naturaleza los procesos de maduración pueden requerir muchas etapas: del verde al amarillo y de este al rojo de las cerezas; del verde al rojo, del rojo al azul y del azul al negro de las ciruelas o los arándanos; o del verde al marrón en las nueces. Las mazorcas de maíz y las piñas son primero verdes y, en general, de un capullo verde puede salir una flor de cualquier color. El estadio de inmadurez es siempre verde.

Esta experiencia es tan universal que ha rebasado todos los dominios. El verde es el color de la juventud. Un/a joven aún está verde. O como el mosto que aún no ha fermentado del que en alemán se dice que es “vino verde”. La piel de los cuernos de los carneros es todavía verde, de ahí la expresión” greenhorn” de l@s ingleses.

En la poesía trovadoresca, el comienzo del amor es verde. En este sentido, una joven verde era una muchacha soltera, incluso los accesorios verdes claros eran propios de las jóvenes solteras en edad de contraer matrimonio. En la “Boda campesina” de Pieter Brueghel, la novia lleva un cuello verde claro. Las cofias que durante siglos llevaron las mujeres en las iglesias indicaban siempre el estado civil. Las de las mujeres solteras tenían bordados o encajes de color verde claro.

La esperanza es verde. La idea permanece viva porque está emparentada con la experiencia de la primavera. Las analogías lingüísticas lo revelan: la esperanza germina, como la simiente en primavera. La primavera significa renovación después de un periodo de carencia. Y la esperanza es también un sentimiento al que ha precedido un sentimiento de privación.

El color favorito del profeta Mahoma era el verde. No se trataba de ningún gusto personal. Mahoma prometía para los que llevaran una vida de respeto hacia Dios la recompensa de un más allá lleno de alegrías para los sentidos. El verde era el color dominante en el paraíso, una idea que sin duda entusiasmaba a un pueblo que vivía en el desierto. La más valiosa reliquia del Islam es el sandshak-i-sherif, la bandera santa, que es verde y está bordada en oro. Es la bandera que el profeta llevó en la guerra que concluyo con la conquista de La Meca. Verde es el color de la Liga Árabe. Todos los estados miembros tienen el verde en sus banderas.

También los antiguos egipcios llamaban a su dios Osiris el “gran verde”. Y los animales verdes eran sagrados para ellos. Por eso tiene un doble significado el que el Dios del Antiguo Testamento enviara a Egipto una plaga de langostas. Egipto debía sucumbir a sus animales verdes.

Existen multitud de nombres de mujer “verdes”. Flora, es la diosa romana de las flores y las plantas. Silvia significa selva o bosque en latín. Yvonne, en francés, es el nombre del tejo, un árbol, y Olivia es olivo. El árbol del laurel inspiró el nombre de Laura, además del nombre griego Dafne. El nombre francés Chloé es verde de mayo, un verde claro como el del cloro. También está el nombre español Esmeralda.

Asimismo hay numerosos nombres “verdes” de varón. Del laurel proceden nombres como Lorenzo y Lars. Florián es la forma masculina de Flora. Oliver es olivo.

En 1570 el papa Pio V estableció los colores litúrgicos: blanco, rojo, violeta y verde. El verde es el más modesto y elemental, es el color de todos los días, de los días en que no se celebra ni conmemora nada en particular.

El rojo, el azul y el verde son los colores de la Trinidad: el rojo del Padre, el azul de Hijo y el verde del Espíritu Santo. El Espíritu Santo se manifestó a los apóstoles, por eso los obispos, que se consideran sucesores de los apóstoles, tienen en su escudo un sombrero verde en recuerdo de los viajes que realizaron los apóstoles para difundir el cristianismo.

Verde es el color de lo venenoso. Desde la antigüedad se conocía un verde luminoso hecho con limaduras de cobre, que, tratadas con vinagre, daban el cardenillo o verdete, que se rascaba y se mezclaba luego con cola, yema de huevo o aceite como aglutinante, y este era el color que usaban los pintores. Es un verde intenso, como de los tejados antiguos, y es tóxico.

En 1814, una empresa fabricante de colorantes logró producir un verde aún más intenso disolviendo el cardenillo en arsénico. No sólo el proceso de fabricación de este color era perjudicial para la salud, sino que también el producto mismo lo era: la sustancia se disolvía con la humedad, y el arsénico que contenía se vaporizaba de manera imperceptible.

El verde era el color favorito de Napoleón y también su destino final. Su estancia en Santa Elena transcurrió en estancias tapizadas en verde. Químicos franceses analizaron los restos mortales del emperador para averiguar si había muerto de muerte natural. Encontraron grandes concentraciones de arsénico en sus cabellos y uñas. Pero no fue envenenado por sus vigilantes. Con el clima húmedo de Santa Elena se disolvió el veneno de los tapices, los muebles y los cueros verdes y murió lentamente intoxicado por el arsénico que contenían. No fue el único que murió de esta manera hasta que, a comienzos del siglo XX, se prohibieron los colorantes verdes con arsénico. Hoy solo l@s restauradores lo utilizan, pero solamente se puede obtener con un permiso especial.

¿De qué color es un dragón, un demonio o un monstruo? “Verde”, responde la mayoría de la gente espontáneamente. Es el color más inhumano. Una piel verde nos hace pensar en lagartos y serpientes, repulsivas para muchos. Verdes son también las criaturas de ficción más modernas. Los marcianos son supuestamente hombrecillos verdes. Cuando el diablo aparece con figura humana lo hace a menudo vestido de verde, como un cazador, pues es el cazador de almas. En nuestra fantasía los seres demoniacos tienen ojos verdes.

El amarillo y el verde son los colores de la bilis y, por ende, de la perpetua amargura. En inglés el verde está muy ligado a la envidia. La expresión “a look with green eyes” se refiere a una mirada envidiosa. Una colonia masculina de Gucci se llama “Envy” (envidia) y su color es verde pálido.

En esto las culturas se separan: en China no existen dragones malos. El dragón es símbolo de masculinidad y del emperador. El dragón verde encarna la primavera y la fertilidad.

En Francia, por el contrario, el verde trae mala suerte. Much@s franceses/as no conducirían nunca un coche verde. Tienen expresiones como “je suis vert” (estoy verde) para el/la que está muy enfadado, o incluso se ponen “verts de colère” (verdes de ira).

Con hojas frescas de abedul, aliso y manzano, y con las cortezas de estos árboles, pueden teñirse de verde algunos tejidos. Tambien con aquilea, brezo, musgo, helecho y liquen. Estos tintes eran baratos e inocuos, pero los tonos verdes que daban eran pálidos o parduscos y los tejidos se decoloraban rápidamente con la luz y el lavado. La poca permanencia de este verde hizo del color verde símbolo cromático de la infidelidad.

Las reglamentaciones sobre los colores de las vestimentas indicaban, en 1653, que “para el primer estado, rojo, para el segundo, verde y rojo, para el tercero, verde claro y oscuro, y para el cuarto de escaso color”. El rojo era el color de la nobleza, y el verde el de la burguesía. Y aun dentro de la burguesía, había diferencias: verde escaso, claro y verde oscuro para los burgueses pobres, y verde puro para los más ricos. En los antiguos retratos, un fondo verde indicaba que el retratado era un burgués. Incluso la Mona Lisa de Da Vinci lleva un vestido verde. No se sabe quién era, pero se puede asegurar que no era una dama de la nobleza. En el Parlamento británico, en la cámara baja – la elegida por el pueblo – los asientos son verdes, mientras que en la cámara alta – la de los lores – son rojos.

En los teatros ingleses, los camerinos son siempre de color verde, por eso se llaman “grenn rooms”. En una habitación verde los ojos de l@s actores/actrices pueden descansar de los focos de los escenarios.

El color identificativo de la aspirina es un verde azulado y quiere sugerir un estado de tranquilidad sin cansancio.

Los semáforos juegan un importante papel en la vida moderna, por eso se ha generalizado su simbolismo. También en los edificios hay carteles verdes que permiten el paso, o que indican las salidas de emergencia. Incluso el lenguaje coloquial dice “dar luz verde” a algún proyecto. La green card (tarjeta verde) permite ir a Estados Unidos con permiso de residencia y de trabajo por tiempo limitado.

El verde estándar es el color en el que se considera que se puede fijar la vista durante más tiempo, por lo que es el color más común de las pizarras de los colegios.

Las botellas de vidrio son color verde botella, es el vidrio más barato.

También las telas usadas en quirófano son verdes por razones funcionales. Además de su efecto tranquilizante en el personal, tienen la ventaja de que sobre ella la sangre parece marrón e impresiona menos.

En Estados Unidos, a diferencia de la mayor parte del resto de los países, el papel moneda es de color verde. Esto es así desde 1850, fecha en la que Tracy R. Edson, de la Compañía de Billetes, descubrió una tinta de color verde resistente a todos los disolventes conocidos y que por lo tanto, era a prueba de falsificadores.

Todo esto, además, teniendo en cuenta que la asociación entre la palabra verde y su significado es arbitraria.

[Sacado del libro “Psicología del color” de Eva Heller y de www.planetacurioso.com].

Un saludo a tod@s :-)